Tania Borg: «Quedarse embarazada no es tan fácil como lo pintan»

Y es que Tania da a conocer cenas, meriendas o comidas saludables, aptas para los alérgicos al gluten. «Soy celiaca desde que nací así que nunca he podido comer muchas cosas. No me ha quedado otra que hacérmelas«, explica a ABC.

Por eso, la joven malagueña se ha animado a seguir ayudando a sus seguidores con 'Hoy me comeré la vida' (Grijalbo), un libro con 101 recetas para que todos puedan disfrutar en la cocina.

Además, Tania está embarazada. Tras dos años de búsqueda, ella y su pareja, Jaly, serán padres en octubre. «Es un niño muy deseado», asegura la joven.

- Las recetas del libro, ¿son aptas para todos o llevan ingredientes poco comunes?

Aunque yo siempre les doy mi toque, ¡son muy sencillas! Pueden parecer complicadas pero no y, además, llevan muy pocos ingredientes y son fáciles de encontrar en cualquier supermercado. ¡No puedo con las recetas complicadas! Si tengo que leer demasiado, se me quitan las ganas y no las hago. Y aunque son sin gluten, son aptas para todos.

- ¿Por qué hacerte tú en casa un bollo, un bizcocho, que deben ser de uso ocasional, cuando tienes una gran oferta en el mercado?

Yo prefiero hacerlos porque no llevan azúcares refinados y demás ingredientes que no son saludables. También es verdad que como soy celiaca, jamás he podido comer cosas así a no ser que los hiciera yo misma. De todas formas, yo siempre he comido saludable y no me refiero a hacer dieta. Además, disfruto mucho con lo que hago.

- Si siempre has comido saludable, ¿es algo que te han inculcado en casa?

Sí. Mi madre era de las que siempre iba con las revistas de 'Saber Vivir'. ¡Leía las recetas! Y ella nunca hacía patatas fritas en casa: si quería comerlas, tenía que irme a casa de mi abuela o de alguna amiga. Ella siempre ha cocinado de manera muy sana. Hoy, en mi entorno, veo que a los niños se les da de todo. Mis padres, sin embargo, me llevaban al cine un día a la semana y ese día era el que podía comer palomitas y chuches. Yo los disfrutada un montón. No tenía adicción al azúcar... Me gustaban las verduras, la fruta... Es que estamos acostumbrados a comer una cantidad muy alta de azúcar. Cuando la dejamos de lado, es cuando nos empiezan a gustar las verduras o la fruta. ¡Lo tengo comprobado!

- Comentas en el libro que sufriste bullying en el colegio por ser celiaca...

Sí, ya sabes que siempre está el típico grupillo que se ríe de los compañeros. Yo, por entonces, sin que aún estuviera diagnosticada, tenía la piel muy mal, con muchos granos. Se reían de mi, hacían comentarios muy ofensivos, etc.

- Y precisamente, tu celiaquía es la que te ha llevado a que puedas vivir de tu pasión.

Lo pasé muy mal pero me hizo muy fuerte. Quizás, no estaría ahora mismo hablando contigo. Mis ingresos en el hospital eran cada vez más seguidos, vomitaba sin parar. Hoy, la enfermedad celiaca la detectan con un análisis de sangre pero, por entonces no. Me hicieron una gastroscopia y vieron que no tenía vellosidades intestinales. Entonces, dejé de tomar gluten y me cambió la vida.

- Tania, estás embarazada y el proceso no ha sido fácil ¿verdad?

Es un niño muy deseado. Llevábamos dos años buscándolo y no llegaba. ¡Pensábamos que iba a ser fácil! Pero no me quedaba y no entendía por qué. Ninguno de los dos fumamos ni bebemos, llevamos una vida sana... Cada mes que me bajaba la regla lo pasaba muy mal. Así estuvimos el primer año. Nos hicimos las pruebas y todo estaba bien. Pero pasaban los meses y me seguía bajando la regla. Justo antes de que me hicieran una prueba para ver mis trompas, sucedió. Quedarse embarazada no es tan fácil como lo pintan. Lo pasé muy mal. Cuando me quedé, esperé tres meses para dar la noticia en redes sociales.

- ¿Y piensas en el parto? ¿En las opciones que hay para dar a luz?

Sí y aún no sé lo que quiero. Conozco el hipnoparto y quiero un parto lo más respetado posible. Pero no sé si elegiré un hospital o una casa de partos.

- Siempre has sido muy deportista. ¿Sigues haciendo ejercicio estando embarazada?

¡Sí! Mínimo cuatro días a la semana y adaptando algunos ejercicios. Lo disfruto muchísimo y jamás me planteé dejarlo.

- Y eso que tienes tres hernias... ¿por qué?

Sí, todo por cuidar a un niño discapacitado de 30 años. Yo no sabía cómo cogerle, lo hacía como podía... y me fastidié la espalda. Pero es que le quiero tanto... A mi, su sonrisa y ganas de vivir me daban la fuerza. Pero tuve que dejarlo. Me quedé en cama 6 meses y no podía ni andar. Aún así, seguimos en contacto y le quiero un montón

- Tania, ¿cómo empezaste en las redes sociales?

Yo sólo empecé mostrando lo que me gustaba hacer. Instagram no te da dinero por tener una cuenta. Yo vengo de una familia humilde: mi madre es ama de casa y mi padre conserje. Siempre trabajé pero las redes sociales eran mi afición y cuando llegué a los 10.000 seguidores, una amiga me concienció de que podía sacarle más partido. Crear contenido me ha supuesto muchos enfados y disgustos con mi familia y con mi pareja. Pero... el que la sigue la consigue.

- La gente, los jóvenes en concreto, no saben el trabajo de un creador de contenido. ¿Cómo explicas tú ese esfuerzo que hay detrás y no se ve?

Yo he currado mucho. Me ha costado muchísimo llegar a donde estoy. Una red social no te paga por abrirte cuenta, te pagan las marcas con las que colaboras porque confían en ti. Yo trabajaba y creaba contenido al mismo tiempo. Hice un curso de peluquería y estética y luego quería haber seguido estudiando pero me puse a trabajar y no hice una carrera. He currado de esteticista, de niñera, en un restaurante... ¡siempre he tenido mínimo 4 trabajos a la vez! Incluso vendía en el mercadillo los sábados por la mañana. Hasta que decidí hacerme autónoma y dedicarme solo a esto.

- ¿Cuándo fue eso?

A raíz del confinamiento. Por entonces, llevaba dos años trabajando en una tienda de suplementación. Cuando nos encerraron, abrí el canal en Youtube, hacía recetas, me empezaron a subir los seguidores y me llegaron las primeras colaboraciones. Vi que podía quedarme de autónoma, disfrutaba de lo que hacía, así que arriesgué.