Probióticos en la infancia, qué son y cuándo es beneficioso tomarlos

-¿Se puede administrar a niños? 

-Se puede administrar a niños sin problema. De hecho, la mayor parte de los ensayos clínicos se ha realizado con niños pequeños. No hay una edad mínima para el uso de probióticos (siendo la propia Sociedad Española de Pediatría una de las entidades que recomienda su uso).

-¿Se pueden adquirir sin receta? 

-Sí, no necesitan receta médica.

-¿En qué casos está recomendado tomar probióticos? 

-En su caso, están recomendados para la disbiosis intestinal, dispepsia y diarrea asociada al uso de antibióticos. Puede tratarse de una herramienta que ayude a los pediatras, que están más limitados a nivel terapéutico, ya que hay determinados fármacos que no pueden ser administrados a pacientes pediátricos. Por otro lado, los probióticos están siendo utilizados en multitud de condiciones, tanto en contextos de salud como de enfermedad. Los probióticos se usan ampliamente en la prevención y el manejo de gastroenteritis, enfermedad de Crohn e incluso en el manejo de la disbiosis asociada al parto por cesárea, así como en la prevención y manejo de la diarrea del viajero, entre otros.

-Si no hay enfermedad, ¿hay alguno que se recomiende ingerir de modo preventivo? 

-Por supuesto. Ya sea a través de la dieta o a través del consumo de suplementos, es altamente recomendable ingerir microorganismos probióticos. De hecho, se hace de forma universal y desde hace miles de años. Sin ninguna duda las bebidas y alimentos probióticos nos llevan acompañando mucho tiempo.

-¿Puede interferir con otros medicamentos? 

-Y, en cuanto a si puede interferir con otros medicamentos, no hay ninguna contraindicación. Se coadministran sin problema con antibióticos, por ejemplo. Debemos tener en cuenta que ya tenemos a nuestra disposición millones de microorganismos que forman parte de nuestra microbiota y que hacen posible la digestión y síntesis de algunos nutrientes, la defensa frente a microorganismos patógenos y una interacción beneficiosa con nuestro sistema inmunitario, entre muchas otras cosas. El consumo de probióticos tiene como objetivo mantener o restablecer una microbiota saludable por lo que, salvo que el profesional de la salud indique lo contrario, no debería interferir negativamente con otros tratamientos.

-Se habla cada vez más de la relación intestino-cerebro... Tomar un probiótico... ¿Puede ayudar a tener mejor salud cerebral? ¿Puede mejorar incluso procesos de atención, de memoria, de alteración en el estado de ánimo?

-En los últimos años ha habido un interés creciente sobre las implicaciones que tiene el estado de la microbiota en la salud mental de las personas. Lo que sabemos en la actualidad es que parece que hay una relación entre algunas enfermedades que afectan al sistema nervioso central y una microbiota que se encuentra alterada. Sin embargo, y según la bibliografía disponible, las relaciones de causalidad aún no son claras. En cualquier caso, ya se están utilizando suplementos probióticos como herramientas coadyuvantes en la prevención y el manejo de enfermedades del neurodesarrollo, del estado de ánimo y trastornos de ansiedad, entre otros.

-¿En qué casos están indicados los suplementos alimenticios, tipo el de plasma de procedencia marina? 

-Los suplementos alimenticios son un importantísimo recurso a disposición del profesional de la salud, especialmente a la hora de manejar condiciones médicas que requieren un abordaje integral. En el caso del agua de mar microfiltrada en frío Quinton, se utiliza en pequeños volúmenes para favorecer los procesos digestivos o cuando está justificada la ingesta de un suplemento rico en elementos mayoritarios, minoritarios y oligoelementos, como en casos de gran fatiga física y mental. Lo que nos interesa del agua de mar es su gran diversidad de nutrientes y micronutrientes, como algunas vitaminas, electrolitos y oligoelementos.sdf