Bronquiolitis: ¿qué hacer en casa si el niño sufre esta infección?

El virus respiratorio sincitial, principal causante de esta enfermedad que hace que se inflamen los bronquiolos (vías respiratorias bajas), está afectando especialmente a los menores de entre 0-4 años, según los últimos datos disponibles del informe de vigilancia centinela sobre virus respiratorios publicado por el Instituto de Salud Carlos III. Además, la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría está preocupada por cuándo se llegará al pico de casos después de que estos se hayan multiplicado en el último mes: alrededor de un 40 por ciento más respecto a otros años.

Las bronquiolitis comienzan como cualquier catarro o resfriado (tos, mocos, fiebre, inapetencia...). Pero es la respiración la que confirma el diagnóstico: si el niño tiene dificultades o presenta pitos en el pecho, es motivo de consulta pediátrica.

«Si nuestro peque ha sido diagnosticado de bronquiolitis, debemos saber que la duración media del proceso es de 10 días y puede durar hasta 21, por lo que debemos tener paciencia», recuerda a este periódico Laura Álvarez, pediatra conocida en redes sociales como @lapediatralaura.

Una vez que el sanitario confirma el diagnóstico, la familia debe llevar a cabo las indicaciones oportunas. Álvarez detalla qué hacer y qué no si tu hijo tiene bronquiolitis:

- No dar antibióticos «porque es una enfermedad provocada por virus, a no ser que exista una sobreinfección bacteriana asociada», explica.

- «Es importante saber que no se recomienda usar antitusivos, expectorantes, mucolíticos, anticatarrales o antihistamínicos ya que se desaconseja su uso en menores de 6 años por no tener eficacia probada y sí efectos secundarios potencialmente graves», detalla Álvarez.

- Hacer lavados nasales para ayudar al bebé a eliminar la mucosidad de la nariz. «Mantener la vía aérea limpia antes de comer y de dormir es muy importante», recuerda.

- Coloca debajo del colchón una toalla, una almohada fina o cualquier cosa que ayude a elevarlo para que el pequeño esté tumbado pero ligeramente incorporado. Así, respirará mejor.

- Agua: hay que ofrecerles mucho líquido. Si es lactante, que tome pecho o leche.

- Comida: «hay que ofrecer líquidos y alimentación de forma frecuente, fraccionando las tomas, es decir, menos cantidad más veces porque puede que el niño se fatiguen al comer», indica la pediatra.

- Fiebre: usar antitérmicos para aliviar su malestar. No abrigarle en exceso.

- Evitar ambientes con humo de tabaco: quienes sean fumadores, no deben fumar en la misma estancia o zona donde se encuentre el niño.

Por último, Álvarez señala que «en ciertos casos, el sanitario puede solicitar una prueba broncodilatadora con salbutamol, pero solo en ciertos casos. No se recomienda de forma genérica».

Desde la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP), recuerdan también que «no existe ningún medicamento que cure la bronquiolitis». Así, «es muy importante conocer los signos de alarma por los que deberíamos acudir a urgencias», recuerda Álvarez, que detalla que hay que ir cuando el menor presenta «color azulado en piel o labios, si hace pausas de apnea (deja de respirar durante unos segundos), presenta síntomas de dificultad respiratoria (por ejemplo, respira muy rápido), tiene un malestar general, fiebre muy alta prolongada o es muy pequeño (menor de 3 meses)».