Los aspectos psicológicos de los niños deportistas, una «pata necesaria» a la que hay que prestar más atención que nunca

Los padres deben tener en cuenta que esto se agrava, especialmente cuando no existen alternativas que constituyan una fuente de satisfacción, advierte el presidente de la Federación Española de Psicología del Deporte, David Peris Delcampo. «aumentando el riesgo de padecer un estado de ánimo negativo».

En cambio, sugiere Peris Delcampo, profesor de la Universidad de Valencia y también entrenador nacional de Fútbol y Fútbol Sala, «los menores que cuentan con una red de apoyo fuera del ámbito deportivo, como amigos, estudios, tiempo de calidad con la familia u otros pasatiempos logran afrontar mejor el proceso de recuperación de una lesión».

A su juicio, el abordaje de forma integral de las necesidades emocionales de los y las jóvenes deportistas, a veces desatendido, es clave. Para ello, la Copa COVAP y la FEPD proponen trabajar en estrategias de regulación emocional, lo que incluye enseñarles a expresar sus emociones y desarrollar pensamientos realistas y adaptativos frente a la situación que viven, así como fijar objetivos viables en torno a la recuperación, reforzando cada progreso como un logro.

 El abordaje de forma integral de las necesidades emocionales de los y las jóvenes deportistas es clave. ¿Todos los deportistas infantiles federados deberían contar con un psicólogo?

En el entrenamiento deportivo, sobre todo el de base, ha evolucionado mucho en pro de fomentar un deporte de calidad adaptando objetivos y comportamiento de técnicos a las necesidades de cada colectivo. En base a esta evolución y al cubrir necesidades físicas y técnico-tácticas, los aspectos psicológicos (o emocionales, como queramos decir) cobran especial relevancia al ser esa «pata necesaria» que tradicionalmente no se ha prestado la suficiente atención. Además, cada vez en nuestra sociedad es más importante la salud mental en todos los niveles, sobre todo por la repercusión que ha tenido la misma a todos los niveles y después de una pandemia donde se vio claramente esta necesidad.

Un psicólogo del deporte puede generar estrategias, a través sobre todo del trabajo con los técnicos deportivos y dirigentes, para favorecer la aplicación de herramientas y una buena salud mental de los jóvenes deportistas: la idea es favorecer un deporte de calidad donde el detectar situaciones emocionales inadecuadas (que pueden ser el preludio de una mala salud mental), fomentar el bienestar psicológico y trabajar habilidades psicológicas útiles a través de un modelo integral es fundamental para el desarrollo pleno de los jóvenes deportistas, que les hará ser mejores personas y también mejores deportistas.

 El abordaje emocional incluye que expresen sus emociones, pero estas lesiones suelen ocurrir en la adolescencia, justo cuando menos expresivos y más huraños están... ¿Qué recomiendan hacer para poder acompañarlos en su recuperación tanto física como emocional? 

Existen diferentes estrategias psicológicas relacionadas con las lesiones deportivas que se deben ajustar a cada deportista, teniendo en cuenta la edad y características de los mismos. Por regla general, el apoyo social, establecer adecuadamente objetivos, encontrar reforzadores adecuados y diferentes al deporte cuando se está lesionado, manejar las cogniciones, permitir la expresión emocional, o favorecer la adherencia al tratamiento son estrategias psicológicas que se deben aplicar y ajustar al deportista lesionado.

La adolescencia es una etapa complicada, donde estas personas jóvenes buscan su lugar en el mundo y quizás sea más difícil trabajar ciertos aspectos con ellas. De ahí que el profesional que intervenga debe saber adaptarse a cada cuál y aplicar las estrategias de la mejor manera para esa persona en particular, pensando siempre en su máximo beneficio.

 Es probable que la salud mental vaya ligada a la gravedad de la lesión. Exactamente, ¿qué se puede hacer desde la familia para que no decaigan los ánimos?

El apoyo social, sobre todo de las personas más cercanas, es una variable psicológica fundamental. De ahí la necesidad de que todo el entorno familiar en un primer momento, y los amigos y compañeros después, se impliquen en un primer momento y de la manera adecuada con el deportista lesionado. También ayudar a que se lleve a cabo la recuperación por los cauces adecuados, favoreciendo el establecimiento de objetivos y el trabajo con los demás profesionales implicados.

Permitir, que cumpla con sus obligaciones escolares y pueda estar con amigos, también son aspectos fundamentales para llevar bien las lesiones sobre todo de larga duración.

 Muchas veces en esta etapa adolescente, si se lesionan, no cumplen al 100 por cien con las recomendaciones médicas y una lesión de 3 semanas se convierte en una de 5 meses. ¿Qué podemos hacer los padres en esta etapa tan complicada? 

La adherencia a la práctica, en este caso a la rehabilitación es fundamental. Lo que, como padres podemos hacer es lanzar la idea de que confíen en los profesionales y que sigan sus indicaciones; además de orientar a que hagan otras conductas que sean incompatibles con la lesión y que actúen como reforzadores, como estudiar, estar con amigos, jugar a la play (con cabeza)… siempre cumpliendo con lo que se precisa desde la rehabilitación.

 ¿Es conveniente que sigan acudiendo a los partidos de sus equipos? ¿O que se marque la distancia durante la temporada de recuperación?

Cuando un deportista está lesionado, sigue formando parte del equipo y puede participar de diferentes maneras, aunque no pueda hacerlo desde el campo. Por ejemplo, puede participar en las charlas colectivas, animando al equipo, haciendo grupo… en un equipo todos son importantes y buscar la manera de que se sientan parte del mismo todos es fundamental, sobre todo cuando no se encuentra en su mejor momento.