La técnica de Patry Jordán para cambiar el cuerpo en 21 días

Aunque se hizo popular gracias a sus consejos de belleza y maquillaje, lo cierto es que su formación y su vocación tiene más que ver con el ámbito del fitness. En 2014 abrió su canal de Youtube «Gym Virtual», donde comparte a diario rutinas y ejercicios especializados , además de transmitir a sus seguidores su filosofía de vida: «disciplina, esfuerzo y constancia son las tres reglas para alcanzar las metas». Y es que, tal como explica, su lema «Yo puedo con todo» no es un reclamo publicitario sino algo real, que va acompañado de un compromiso . «Hay que cambiar el 'no puedo' por el 'sí quiero y por eso puedo'. Puedo si me esfuerzo en sacar tiempo, puedo si venzo la pereza, puedo si doy un pequeño paso, puedo si hago deporte con mis hijos en lugar de usarles como excusa, puedo si empiezo hoy y no mañana... El problema es que la mayoría de la gente quiere lograr grandes cosas, pero lo quier conseguir sin hacer esfuerzos. Y aquí es donde viene la frustración y la impaciencia. Queremos todo para ya y eso es un gran problema», explica.

Lo importante, como insiste Patry Jordán, es dejar de aplazar la fecha de inicio de nuestra transformación. «Hay que poner las excusas a un lado y preguntarnos si el estilo de vida que llevamos nos satisface y nos encamina hacia la meta que nos hemos propuesto», aclara.

El libro «Yo puedo con todo» se divide en tres bloques, que corresponden a cada semana. En cada una de ellas la autora desarrolla diferentes conceptos, ayuda a establecer las prioridades, a trazar el plan y a eliminar las excusas de la ecuación, además de transmitir en todo momento la clave del éxito: constancia en el trabajo diario . «El deporte me ha enseñado que incluso cuando sientes que ya no puedes más, siempre puedes dar un paso. Aprendes que en los días más fríos y lluviosos, o en aquellos días en los que lo ves todo oscuro, también encuentras la fuerza necesaria para ir a portodas. Aprendes que has conseguido vencer la pereza en los momentos más difíciles porque un día te dijiste a ti mismo que nadie lo haría por ti», argumenta.

En la primera semana se trabaja con ejercicios de motivación y en la convicción de los objetivos que se desean alcanzar. Además, se aprenden las cinco pautas para cambiar un hábito negativo en uno positivo: identificar los hábitos que te alejan del objetivo, anotar los nuevos que deseas incorporar, recordar que somos los únicos responsables de la tarea, indagar en la parte emocional y no castigarte su fallos porque lo importante es no tirar la toalla.

A nivel físico, se dan alternativas saludables de alimentación para evitar los ultraprocesados y consejos para aprender a comer sin hacer dieta.

Los ejercicios de la primera semana se basan en movimientos simples que trabajan el equilibrio, la movilidad y la fuerza general. Cada rutina de 16 ejercicios dura unos 5 minutos, (16 ejercicios x 20 segundos cada uno) aunque aconseja repetirla unas tres veces para una mayor efectividad.

En la segunda semana se trabaja para reforzar el pensamiento positivo y el cambio de actitud, para no dejarse llevar por el desánimo que puede traer el descenso de la motivación del arranque.

La alimentación de calidad cobra ya en esta semana un especial protagonismo, de modo que se hace especial hincapie en el reparto de alimentos y las cantidades que reportan los nutrientes. «La respuesta, según los nutricionistas, está en el llamado plato de Harvard, que se compone de un cuarto de proteínas, un cuarto de carbohidratos y la mitad de verduras», explica Patry Jordán, quien asegura que ponerse a dieta es un error y que lo que hay que hacer es aprender a nutrirse de una manera inteligente y consciente.

Los ejercicios de las rutinas de la segunda semana tienen que durar 25 segundos, pudiendo descansar unos 15 segundos entre ejercicio y ejercicio. Cada rutina de 16 ejercicios dura unos 7 minutos, (16 ejercicios x 25 segundos cada uno) aunque, como en la primera semana, aconseja repetirla tres veces.

En la tercera semana la clave está en reforzar el compromiso, no rendirse y no pasar más de dos días sin entrenar. La autora insiste en esta etapa en la importancia de releer las frases motivadoras, repetirse el «yo puedo con todo» y combatir con más fuerza que nunca los pensamientos que nos impiden levantarnos del sofá.

En cuanto a las sesiones de ejercicio, en el libro se ofrece la posibilidad de hacer dos rutinas diferentes compuestas por 16 ejercicios, que dura unos 8 minutos, (16 ejercicios x 30 segundos cada uno) que la autora también aconseja repetir tres veces.

Una vez que se han superado los 21 días aporta consejos para automatizarlas y para incorporarlas en el día a día. Uno de los más potentes tiene que ver con las ganas de superarse, pero sin provocarnos un bloqueo. «No nos castiguemos por no ser perfectos o por no hacer todo tan bien como quisiéramos. Pregúntate a qué te comprometes cada día y cúmplelo. Tómalo como algo inamovible, igual que levantarse cada mañana, igual que ir al trabajo, igual que comer a diario. Piensa en un ompromiso pleno, realista y ejecutable. Es mejor que sea algo que puedas hacer y que después puedas ir enriqueciendo o ampliando», revela.

Cuenta Patry Jordán que aunque es consciente de que la mayoría hace ejercicio para verse mejor estéticamente o incluso para «que otras personas les vean mejor», su objetivo siempre ha sido demostrar que la actividad física diaria va mucho más allá de una cuestión estética. «Es gratificante que el cuerpo responda cuando haces las cosas bien, pero lo mejor del deporte es que quien lo practica se siente con más energía, más fuerte, más saludable y con más autoestima; además de que tolera mejor el dolor o las caídas y aprende a interiorizar valores como la constancia, el sacrificio y el esfuerzo», comenta.

A modo de colofón, Patry Jordán lanza una reflexión: «¿A que pagarías por tener más años de vida, pero de cualquier manera, sino vida con salud? No tienes que pagar, solo tienes que querer cuidarte».