Las razones por las que Alba hizo a sus hijos pequeños vegetarianos

El paso lo dieron a los pocos meses de nacer su primera hija. «Un día, lo recuerdo perfectamente, estaba preparando lenguado para la cena y ya no lo pude comer. Sentí en la cabeza como un clic, y le dije a Jonay que no quería cenar eso, que ya no quería volver a comer animales. Le pareció muy bien y no le sorprendió, porque ya habíamos tenido conversaciones sobre el tema».

Jonay le apoyó tanto que también se hizo vegetariano. «La verdad, es algo que latía en nuestro interior. En aquella temporada Jonay había dejado ya de comer carne, aunque sí comía pescado, y a mí, desde pequeña me había atraído el hecho de ser vegetariana. Nunca me gustó que un animal tuviera que morir para que yo me lo comiera».

Su vida dio entonces un giro radical. «Empezamos a vivir de forma coherente con lo que sentíamos. Vaciamos nuestro congelador de comida preparada, y pusimos unas baldas para poder colocar todos los botes de harina, semillas y otras cosas que no sabíamos que existían. Llenamos bandejas con frutas y verduras». Además ahora, comenta, «es más fácil encontrar estos productos en los supermercados, siempre hay un "corner" o un pasillo dedicado a este tema. También empiezan a existir grandes marcas que no son exclusivamente vegetarianas pero si que son aptas para nuestro consumo».

Ante la preocupación general de las personas que les rodean al saber que sus hijos también son vegetarianos, Alba defiende a capa y espada este tipo de dieta en niños . «Aunque muchos crean que no, el llevar una dieta vegetariana es saludable y compatible con todas las edades», asegura. Además, prosigue, «nunca le haríamos daño ni nada que pudiera perjudicar a nuestros bebés» . «¿Que si se lo imponemos? Nuestros hijos, hasta cierta edad, ni pueden ni saben tomar decisiones, así que somos los padres los que tenemos que tomar las mejores decisiones para ellos. Es algo que hacemos de forma natural, con infinidad de cosas. Como cuando escogemos darle el pecho o biberón, o le hacemos socio de nuestro equipo de fútbol favorito, sin pedirle opinión. Es responsabilidad de los padres decidir por sus hijos, por su salud, bienestar y felicidad. Así que yo les diría a otras madres vegetarianas que nunca dejen que les digan que no lo hacen bien».

«Mucha gente piensa que si los niños no comen carne ni pescado no están bien nutridos. Mi recomendación es que hablen con sus pediatras. Nosotros buscamos un médico que nos entendiera y nos recomendaron una doctora que tenía muchos años de profesión y que visitaba a muchísimos niños. Es verdad que antes de tomar la decisión nosotros tuvimos nuestros miedos, pero esta nos dijo que no había ningún problema. No nos puso ninguna pega. Nos dijo que adelante siempre y cuando los niños tuvieran una dieta muy variada, comieran legumbres, verduras de temporada, frutas, semillas, y algún que otro huevo». «Cuando vamos a verla pesa a los niños, los mide, y van perfectos. Están sanos y contentos. Son vitales, e inteligentes. Les encanta aprender, jugar, correr y cantar. Vaya, son como cualquier otro niño de su edad» , asegura esta madre.