Hipotiroidismo: cómo debes cambiar tu dieta y tus hábitos

Otro de los cambios que propone Montse Reus en el día a día es sustituir el pan de harina blanca por un pan de horno de trigo sarraceno , que no lleva gluten y que no es de la misma familia del trigo. Con respecto al gluten , la dietista explica que genera en el intestino una reacción de inflamación debido a la teoría del mimetismo molecular (en nuestra tiroides hay sustancias parecidas a las que encontramos también en el intestino y que reaccionan contra el gluten), si bien aclara que a la hora de hacer cambios en nuestro día a día, no se trata de consumir productos que sean «gluten free», sino de priorizar en la dieta lo que comían nuestras bisabuelas. Las verduras, el pescado, los huevos, las carnes magras, los frutos secos y las frutas son clave en la dieta.

En cuanto a los alimentos que no sean frescos, aconseja que dejemos de lado todo aquello que lleve más de cuatro ingredientes en su etiqueta.

La experta asegura que no es aconsejable comer cinco veces al día en los casos de hipotiroidismo. «Hacer tres comidas sacianes y saludables que incluyan verduras, proteínas y grasas es más que suficiente. Aportan la energía y los nutrientes necesarios para que funcionemos bien y no tengamos picos de azúcar», aclara.

Uno de los puntos en común de las personas que parecen hipotiroidismo es la sensación de tener frío de forma habitual. En este sentido, Montse Reus alerta de que seguir una dieta con pocas calorías es nefasto para el hipotiroidismo. «Esta forma de comer estimula los mecanismos de ahorro del cuerpo, lo que puede llegar a generar más hipotiroidismo», aclara.

Las infusiones de jengibre y de cúrcuma son buenas aliadas en este sentido pues, según la experta, son útiles gracias a su efecto antiinflamatorio y también permiten aliviar la sensación de frío.

El estado anímico de los pacientes de hipotiroidismo tiene síntomas similares a la depresión, según describe Montse Reus, pero no es una depresión. De hecho, tal como explica, la medicación que se prescribe en los casos de depresión puede no ser la más adecuada para mejorar el hipotiroidismo, por lo que es importante que a nivel médico se haya hecho un diagnóstico correcto de la enfermedad, descartando que detrás de los síntomas depresivos, no haya en realidad un hipotiroidismo.

El sobrepeso, el estreñimiento , la caída del cabello y el empobrecimiento de las cejas y los dolores articulares y musculares, los dolores de cabeza (sobre todo por la mañana y a última hora de la tarde) son síntomas que puede padecer un enfermo de hipotiroidismo.

La fertilidad también puede verse afectada por lo hipotirodismo, pues no solo se pueden tener problemas para quedarse embarazada, sino también para el embarazo llegue a término o incluso para que prosperen los tratamientos de fertilidad. «Si se desean tener hijos, es importante revisarse todos los valores de la tiroides», aconseja.

En la actualidad Montse Reus imparte junto a su equipo cursos en el marco del Método Reshape , que ayuda a los pacientes a entender la enfermedad del hipotiroidismo: sus causas, sus consecuenciasy todo lo que se puede hacer para mejorar a través del estilo de vida con pautas de alimentación, ejercicio físico adaptado, relajación, entre otras. «No todo es genético, ni el diagnóstico tiene por qué marcar tu destino de por vida», aclara.

En este sentido, la experta asegura que su objetivo es ofrecer todo lo que a ella le hubiera gustado que le explicaran cuando le diagnosticaron con 25 años hipotiroidismo causado por tiroiditis autoinmune o de Hashimoto.

Por su parte, la dietista-nutricionista Júlia Farré, alerta de la importancia de prestar especial atención a los alimentos llamados bociógenos, en la dieta para el hipotiroidismo . Estos alimentos son aquellos que por su composición, interfieren en la asimilación del yodo por parte del organismo cuando se consumen crudos. Coliflor, col, espinacas, yuca o semillas de mostaza serían alguno de los principales. El consumo de estos alimentos debe ser siempre en forma fermentada o cocinada y nunca crudos.

A su vez, Júlia Farré propone consumir sal yodada (no confundir con marina), además de pescado y marisco para evitar el déficit de Yodo en la dieta.