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Esto explica por qué no se debe añadir azúcar ni sal en la comida de un bebé

La introducción de los alimentos desde los primeros meses de vida influye en la predisposición de esos niños a tener hábitos más o menos saludables cuando sean adultos

Los expertos aconsejan que los bebés consuman alimentos naturales, sin azúcares ni sal añadidos
Raquel Alcolea Díaz

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Los niños nacen con una predisposición biológica por los alimentos con sabor dulce , un menor interés por lo ácido y una tendencia a evitar lo que sea salado y amargo . Además, el periodo de alimentación complementaria, que se inicia a ... los seis meses de vida del bebé es, según explica el doctor Ángel Gil, catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada; «una ventana temporal crítica» (desde los seis meses o desde el destete hasta los dos años) en la que se definen los hábitos alimenticios que acompañarán a los niños el resto de su vida. Por eso el experto insiste en la necesidad de cuidar la manera en la que se introducen los alimentos en la dieta de los bebés por primera vez. «Si a un bebé se le empieza a dar un sabor dulce de forma temprana, aumenta su tendencia a buscar ese sabor tanto de niño como de adulto. Y lo mismo sucede con la sal. Es importarle educarle en la diversidad de sabores de alimentos naturales , sin azúcar ni sal, pues esto hará que cuando crezca acepte mejor consumir verduras, frutas, cereales de grano entero y pescado, en lugar de tener un mayor interés por la bollería industrial o por los alimentos ricos en azúcares y en sal», revela.

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