Cuatro trucos que no fallan para cocinar en familia y que tus hijos coman verdura

«El confinamiento y los largos meses pasados en familia han contribuido, además, a que muchas familias pasen más tiempo juntas, y recurran a la cocina como una alternativa de ocio, que puede ser además de un juego y un aprendizaje para los niños. De hecho, ha servido para que mucha gente se haya dado cuenta de lo que puede aportar a la relación familiar», explica la asesora culinaria de Florette , Miren Aierbe.

De hecho, «cuanto antes involucremos a nuestros hijos en esto de la cocina mejor. Nosotros recomendamos que hay que inculcar una alimentación saludable desde que son pequeños Los primeros años son los más cruciales pero si desde pequeños empiezan a conocer que son los vegetales y lo que engloba la alimentación saludable, entienden que alimentarse bien no es aburrido y que hay muchas alternativas sanas y apetecibles para ellos », asegura.

Para lograr que los más pequeños se acerquen al mundo de las verduras, tradicionalmente más alejado de sus gustos, Aierbe recuerda también que existen infinidad de recetas saludables y deliciosas con elaboraciones muy sencillas en las que pueden participar todos los miembros de la familia. «Lo importante es hacer de la cocina un juego» , advierte.

Esta cocinera explica que no hay que tener miedo a ofrecer este tipo de productos más nutritivos a los niños, y en este sentido tranquiliza a los padres porque las verduras son precisamente los alimentos que ella considera «más versátiles». « Existe una variedad infinita con muchas aplicaciones divertidas y atractivas, de los que podemos sacar recetas muy familiares y divertidas para pasar el rato y fomentar el tiempo en familia», asegura esta cocinera.

Estas son las propuestas de Aierbe para incluir la verdura en los platos infantiles:

En primer lugar, esta cocinera propone «utilizar la pizza, como comida familiar del fin de semana que no falla, como vehículo para incluir otros ingredientes más difiíciles para los pequeños como puedan ser las verduras». En este caso habría dos opciones: «utilizar el vegetal en la base de la pizza, o hacer una masa clásica con los ingredientes clásicos, que son el tomate, el queso y el jamón cocido, y añadir las verduras encima. Cuanto más color y más variado, más nutrientes y más atractivo para el sector infantil». apunta. «Una propuesta muy atractiva para el paladar de los niños que no están acostumbrados a alimentos muy fuertes es poner maíz, que le da un toque dulce, diferente y fresco, y calabacín, que tiene mucha aceptación en los niños). El truco está en añadir vegetales con sabores suaves y mucho color, eso es lo más importante ».

Otra opción para esta experta es « utilizar la pasta, que se puede comer tanto en frío como en caliente» . «En frío podemos hacer con ellos una ensalada de pasta, también cuanto más colorida mejor, donde incluyamos vegetales. Siempre recomiendo que si no tienen mucha costumbre, pongan por ejemplo canónigo o brotes de espinacas, que resultan más fáciles de comer para los niños. Además pueden poner ingredientes más clásicos como tomatitos cherry y probar con verduras cocidas como brócoli, zanahorias…». «Si optamos por la opción caliente, el truco está en incluir la verdura ya salteada, ponerlo todo junto y, lo más importante, poner bien de queso y gratinar al horno. Este último punto sería el truco para incluir el vegetal, que es lo más difícil».

Otro truco de esta aseora culinaria para que los niños vayan integrando los vegetales en su vida es hacer «bolitas de verdura» . «Es una opción diferente y sencilla de realizar. Podemos utilizar una bolsa de mezcla ya hecha para saltear, añadir un huevo, un poco de pan rallado, sal yun poquito de queso. Con eso hacemos una especie de albondiguitas que luego podemos rebozar en pan rallado y freír u hornear. El resultado son una especie de albóndigas vegetales con una elaboración muy divertida para ellos».

La última propuesta de Aierbe es utilizar el momento del bocadillo o el sandwich clásico de jamón y queso , pero añadiendo brotes de espinaca. «Se trata de meter la verdura en una receta que ya conocen y consumen para que empiecen poco a poco a consumir vegetal».

Cuando los niños participan, concluye, «comen mucho mejor porque lo han hecho ellos. Hacerles partícipes y conseguir involucrarnos de una forma divertida, haciendo trabajo en equipo , es una de las mejores formas que se me ocurren de unir familias ».