Sexo: 5 hábitos saludables para mantener la llama encendida

1.- Alimentación equilibrada y rica en vitaminas y micronutrientes

Los alimentos ricos en zinc, selenio y vitaminas favorecen el bienestar sexual. El zinc y el selenio son micronutrientes que han confirmado sus propiedades saludables contribuyendo al mantenimiento de niveles normales de testosterona, a la fertilidad y reproducción normales y a la espermatogénesis normal, respectivamente. Puedes encontrarlos en pescados y mariscos, cerdo, ternera, nueces, productos lácteos (leche, queso, etc.), arroz y cereales integrales.

Por su parte la vitamina E, contribuye1 a proteger a las células del daño oxidativo (por ejemplo las células reproductivas, óvulos y espermatozoides). Algunas fuentes de vitamina E en la alimentación son los aceites vegetales de maíz, germen de trigo, girasol, entre otros, así como las almendras, avellanas y las hortalizas de hoja verde.

Además de seguir una alimentación saludable en general, con un adecuado consumo de agua, priorizando frutas y verduras, y reduciendo las grasas saturadas y los azúcares, podemos incluir suplementos alimenticios con ingredientes de origen vegetal como la maca, el ginseng o el tribulus. Tal como lo declara EFSA on hold, estos ingredientes son útiles en el bienestar y el rendimiento sexual tanto de hombres como de mujeres.

2.- Realizar ejercicios de suelo pélvico

Los ejercicios de Kegel ayudan a fortalecer los músculos del suelo pélvico y, por otro lado, hacen que los orgasmos sean más intensos, mejoran la lubricación vaginal y estimulan la circulación de la sangre a la vagina, lo que contribuye a aumentar la excitación sexual. Puedes dedicarle solo 5 minutos cada día. Para realizarlos, debes mantener los músculos del suelo pélvico apretados y contar entre 3 y 5 segundos, luego relaja los músculos y cuenta de nuevo entre 3 y 5 segundos.

A los ejercicios de suelo pélvico es importante sumar una vida activa y realizar deporte a intensidad moderada para combatir la obesidad, que se ha relacionado con trastornos metabólicos que pueden afectar también el rendimiento sexual.

3.- Dejar el tabaco

¿Sabías que los hombres fumadores son un 40% más propensos a tener menor rendimiento sexual? La nicotina altera la circulación de la sangre, por consiguiente, afecta el desempeño sexual. Mientras, en las mujeres, fumar reduce la sensibilidad a los estímulos en el clítoris y aumenta el riesgo de sequedad vaginal, lo que provoca dolor durante las relaciones sexuales y disminuye la intensidad del orgasmo.

4.- Mantener buenos hábitos de higiene en la zona íntima

La zona genital, sobre todo la femenina, está constantemente expuesta a agentes como flujo vaginal, orina, sudor, menstruación, etc., lo que hace que sea una zona muy delicada. Por esta razón, la adecuada higiene de esta zona, incluyendo vulva, pliegues de labios mayores y menores, y alrededor del clítoris, después de tener relaciones sexuales, así como mantener una adecuada hidratación son claves para mantener en buen estado la mucosa vaginal.

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5.- Usar anticonceptivos en las relaciones sexuales

Por último, es esencial tener una buena educación sexual y saber los riesgos que se asumen si se practican relaciones sexuales sin protección. El deseo sexual «no funciona» si no estamos bien. Por otro lado, nuestro estado de ánimo y el bienestar mental o fisiológico pueden afectar a la función sexual. El deseo sexual no funcionará correctamente si otros aspectos de nuestro cuerpo no funcionan bien. Por ejemplo, el bienestar mental es imprescindible para mantener una buena calidad de vida, la cual incluye mantener nuestro rendimiento sexual.