Así debes manejar la microbiota para favorecer la fertilidad

El hombre también necesita un sistema inmune que trabaje correctamente

28/10/2021
Actualizado 14/11/2021 a las 17:01h.

Tanto la microbiota intestinal como la vaginal y endometrial son importantísima para la fertilidad. Al menos así lo asegura Antonia González, embrióloga de Onêt . Explica que, en el caso de la microbiota intestinal afecta tanto al esperma como a los óvulos, ya que si ... existe una alteración puede provocar problemas hormonales, inflamación crónica, más oxidación celular, menor absorción de nutrientes, alteraciones en el sistema inmune, no eliminación de tóxicos o de estrógenos o andrógenos, e incluso hormonas tiroideas. «Para lograr un embarazo es necesario que todo esté equilibrado, para así mejorar la calidad de los óvulos, que el endometrio no esté inflamado, que el sistema inmunológico no ataque al embrión, que la tiroides funcione correctamente, que los niveles de minerales y vitaminas estén en rango para ayudar a la evolución del embarazo… El intestino es una parte importantísima de nuestra fertilidad. Y la microbiota endometrial-vaginal afecta a la implantación del embrión, aumentando la tasa de fallo de implantación del embrión, como aumentando la tasa de abortos. Ya hay multitud de estudios que así lo aseguran».

¿Cómo puede una mujer manejar este asunto? ¿Por dónde empezar?

Primero tenemos que saber qué está pasando exactamente; es decir, qué familias de microorganismos están alteradas, porque dependiendo de cuál sea tendrá un tratamiento u otro. Para conocer esta información hacemos un test de Disbiosis intestinal o vaginal o endometrial, y con este estudio podemos interpretar qué necesita cada paciente. Hay muchas y muy diferentes posibilidades. Desde necesitar tratamiento antibiótico hasta requerir cepas específicas de probióticos y prebióticos, o enzimas, ácidos grasos, aminoácidos, minerales, fitoterapia… y, por supuesto, acompañado de una pauta nutricional adaptada a cada caso. Todo debe de ser marcado por un profesional sanitario formado. Se trata de análisis muy complejos que deben ir acompañados de un tratamiento personalizado e integrativo. Es posible que dentro de las pautas además de la medicación, complementos, alimentación, también se pauten hábitos de vida, por ejemplo, un tipo determinado de ejercicio físico, o trabajar con los ciclos circadianos (horas de sueño y horario de dormir) o, incluso, que tengamos que trabajar con un estrés de base, porque el estrés genera una alteración significativa de la microbiota.

¿También puede beneficiar al hombre? ¿Cómo?

Por supuesto que sí. El hombre también tiene tiroides que afecta a su esperma, y si existe inflamación crónica puede provocar mayor rotura del ADN espermático, y si existe una infección disminuye la calidad espermática y también aumenta la inflamación y, por supuesto, él también necesita un sistema inmune que trabaje correctamente (existen anticuerpos que atacan al propio espermatozoide). Una microbiota alterada tanto a nivel intestinal, como a nivel de esperma afecta a la fertilidad masculina.

¿Cuáles son, entonces, las claves?

La base de toda la salud, sea intestinal o no, es tener una buena alimentación (verduras, frutas, fibra y carbohidratos de calidad, legumbres, carnes de calidad, pescados libres de mercurio, semillas, alimentos pro y prebióticos y no tenerle miedo a la grasa buena…). También hidratarnos, que a veces se nos olvida algo tan básico como beber dos litros de agua al día, hacer deporte de manera regular, tener unos buenos hábitos de sueño, dormir al menos 7 horas al día, manejar los niveles de estrés tan elevados que maneja toda la sociedad, tener una vida social satisfactoria, buscar momentos de autocuidado, salir a la naturaleza… y no olvidamos que el abuso de fármacos, especialmente los antibióticos, alteran nuestra microbiota intestinal y, por tanto, la de todo nuestro organismo.

¿Qué falsas creencias hay al respecto?

Muchos pacientes creen que no tienen problemas de microbiota porque van bien al baño o no tienen picor vaginal, por ejemplo, y esto no es así, aunque, obviamente, si hay síntomas nos deja ver mucho más fácilmente el problema, pero podemos no tener síntomas, o tenerlos, pero desconocer que son importantes porque pasan muy desapercibidos, y aun así tener alteraciones e incluso infecciones importantes. Por ejemplo, una infección de ureaplasma, no siempre cursa con síntomas, pero el tenerla nos afecta a la calidad espermática, nos disminuye la tasa de implantación del embrión, aumenta la tasa de abortos, la rotura de bolsa provocando partos prematuros, y esto es solo un ejemplo.

Lo importante es que, si vas a buscar un embarazo, o si estás en ello y no llega, consultes siempre con profesionales que trabajen con este enfoque más amplio e integrativo, porque así evitaremos problemas y tiempo perdido.

Por otra parte, incluso algunos profesionales de la Medicina que no están actualizados, o no son especialistas, llegan a no darle importancia a la microbiota, pero no porque no la tenga, sino porque no tienen la información y la formación adecuada. Ya que los estudios importantes publicados son de hace pocos años y es todo muy novedoso.