Remedios para superar el estrés en pareja

Para lograr el bienestar emocional en la pareja hay que hacer pequeños esfuerzos uno mismo. Javier López Martínez, psicólogo del Instituto de Estudios de Familia del CEU, expone los principales: «Pedir ayuda cuando se necesite, no trate de ser superman o superwoman. Buscar momentos de relajación, de pausa. Los psicólogos conocemos técnicas de relajación y respiración, pero para relajarse a otros les viene mejor jugar al fútbol, irse de tiendas o dar un paseo. Se trata de encontrar momentos, huecos pequeños pero de calidad. Por ejemplo, en lugar de tomar el café sin remover y de pie, pues hacerlo en la cafetería o en casa sentado. Esas pequeñas cosas son eficaces para controlar el estrés».

Trabajar sobre nuestros más profundos pensamientos es otra de las recomendaciones que apunta López Martínez: «Cada uno debe de reflexionar cómo se toma las cosas. Tenemos que ser flexibles en nuestros pensamientos. No se trata de pensar que todo vale, sino de no tener pensamientos rígidos. Por ejemplo, pensar "no puedo soportar que me haga esto" no ayuda en nada, sino que añade más estrés. Hay que hacer otro planteamiento: sería estupendo si..., me gustaría que..., vamos a ver cómo se puede hacer esto... Tomar distancia de la situación siempre nos ayuda a ser más flexibles y tolerantes.

Podemos preguntarnos: ¿con este pensamiento me estoy ayudando? ¿me estoy perjudicando? Si la respuesta es que me estoy haciendo daño es el primer paso para cambiarlo. Los pensamientos son difíciles de cambiar, porque no caemos en la cuenta de que los tenemos. Ser conscientes de si nos ayudan o no es un paso muy importante para hacer lo más adecuado. Aunque hay situaciones que hay que aceptar y no se pueden cambiar».

No existe la misma y única receta para todas las parejas, cada una encontrará la suya. «Lo más importante ante las dificultades es estar ahí. Más que los consejos, aunque nadie haga o diga nada, es fundamental tener la sensación de que tienes al otro cuando te haga falta», concluye Martínez. Y quizá sea la única recomendación que sirva a todos para superar la adversidad.