«Existe gran diferencia entre regalar por regalar y hacerlo para sorprender»

Según una experta en orientación familiar el regalo tiene un valor educativo que hay que enseñar a los niños desde pequeños

Un regalo puede demostrar que te has quitado tiempo de otras cosas y esforzado en pensar o hacer el mejor obsequio

¿Hacer un regalo o muchos? ¿Muy caro o un detalle? ¿Mejor uno grande y barato o pequeño y costoso? ¿Comprado o hecho a mano por nosotros? Durante estos días previos a la llegada de los Reyes Magos este tipo de preguntas asaltan en muchos ... hogares. María Campo, licenciada en Pedagogía, diplomada en Magisterio de Educación Infantil y profesora del Máster en Orientación Familiar de la Facultad de Educación de UNIR, explica que los regalos «tienen el valor educativo de agradecer, de reconocer el esfuerzo de quien lo entrega a otra persona. Demostrar a alguien que le quieres, que le recuerdas por algo que ha hecho es muy gratificante para ambos. No obstante, en el caso de los niños, el refuerzo material debe ir siempre unido a un refuerzo social para que no hagan las cosas solo para obtener un regalo. El valor más importante de un obsequio es demostrar que quieres a una persona y que te acuerdas de ella.

-¿Qué diferencias hay entre regalar por regalar y buscar un obsequio ajustado a los gustos o necesidades de quien lo recibe para sorprenderle?

Regalar por regalar es hacer las cosas porque toca, porque sí, sin pensar. Sin embargo, hacer un regalo sabiendo que a esa persona le va a hacer ilusión significa que estás pensando en ella, que te molestas en dedicar tiempo a buscar algo apropiado a sus gustos porque la tienes en consideración y te importa. Es muy típico decir que no tenemos tiempo para nada, pero quitarte asuntos de tu día para encontrar un regalo adecuado es un acto de generosidad y amor para hacerle feliz a otra persona. No hace falta que sea un objeto muy lujoso, lo especial puede residir en cosas sencillas que demuestren a la otra persona que la quieres y te has esforzado por ella.

-¿Por qué hay personas que disfrutan más regalando que recibiendo un regalo?

Porque es un acto de generosidad, y la generosidad nos hace felices. Entregarnos a los demás nos hace crecer como personas, cultivar nuestro interior, y eso proporciona equilibrio y bienestar emocional. Verles felices nos genera una felicidad recíproca.

-¿Es importante el número de regalos que entregamos a una persona?

No es importante el número de regalos, sino el tipo de regalos, y que estén pensados para esa persona. Deben sorprender e ilusionar, sobre todo en estos momentos en que los niños, y adultos, tenemos de todo. Hay que intentar acertar ofreciendo ilusión.

-¿Qué efectos tiene en los niños recibir muchos regalos?

A los niños les hace mucha ilusión ver muchos paquetes y si son grandes, mejor. La cantidad tiene un valor diferente a la calidad, de la que no son conscientes. Valorarán también más un regalo grande aunque el pequeño sea más costoso. Los niños son algo egoístas por naturaleza y la cantidad llena su ego porque aún están vacíos como personas de otros valores. Creen que lo grande es lo importante. Para las personas más mayores los detalles cobran mayor valor. Hay que remarcar a los niños que lo importante es que sepan que se han acordado de ellos, que hay que ser agradecidos, que no siempre se obtiene lo que han pedido y que valoren el detalle.

-¿Qué implica hacer un regalo hecho a mano por quien lo regala?

El regalo hecho a mano debe tener más valor porque implica que esa persona ha hecho un gran esfuerzo y ha dedicado su tiempo a realizarlo para ti. Implica generosidad y demuestra que le importas porque es más cómodo ir de compras. Hay que educar a los niños desde pequeños en saber valorar el esfuerzo de las personas cuando hacen algo, el arte de lo que hacen, y no solo lo comprado.

-¿Ha suplantado la tecnología la magia de los regalos tradicionales?

La tecnología ha hecho que los niños se acostumbren a tener todo muy rápido. Todo lo quieren, todo es posible y de forma inmediata, pero en la vida normal no es así. Hay muchas cosas importantes en la vida que tienen que esperar o que a veces no llegan. Si no lo aprenden desde pequeños les crea frustración. Por eso es importante hacer una buena combinación con buenos valores para no crear seres emocionalmente débiles que crujen ante cualquier adversidad cuando no consiguen lo que quieren.

También es cierto que contactan con los Reyes Magos a través del ordenador, les mandan mensajes, les crea mucha magia e ilusión hablar con ellos a través de las pantallas, pero a veces también les crea confusión porque luego les ven en el centro comercial, por la calle, en el cole... y más tarde el día de la Cabalgata. A veces también hay que saber hacerles esperar al día 5 de enero porque en esa espera hay magia, ilusión y enseñanza.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios