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Queridos Reyes Magos, ¿Nos estamos pasando con los regalos?

Cristina Noriega García, profesora de Psicología Social de la Facultad de Medicina y terapeuta familiar del Instituto de Estudios de la Familia de la Universidad CEU San Pablo, plantea en este artículo lo que ocurre en los niños cuando reciben demasiados objetos

Tener menos juguetes permite explorar nuevas formas de jugar con ellos

ABC / CEU

madrid

Se acerca el día de los Reyes Magos, un día de nervios, alegría e ilusión tanto para los pequeños como para los más mayores de la casa. En los días previos cada vez es más frecuente encontrarnos a padres, abuelos y tíos corriendo por los grandes almacenes como Schwarzenegger en la película navideña 'Un padre en apuros'. Un ejecutivo que se mete en todo tipo de problemas para comprar el famoso superhéroe de moda, Turboman, bajo la convicción de que así «conseguirá hacer feliz a su hijo».

Pero ¿la felicidad reside en los regalos? ¿Es ese el sentido que le queremos dar a esta celebración? La evidencia científica apoya que los niños que tienen menos juguetes a su disposición muestran mayores niveles de creatividad, atención y profundidad en el juego. Tener menos juguetes permite encontrar nuevas formas de utilizarlos y explorar diferentes maneras de jugar con ellos.

¿Quién no recuerda el anuncio viral de hace unos años «¡¡¡Un paloooo, un paloooo!!!»? Aquel de una conocida marca de bebida en el que un niño reaccionaba eufórico ante un simple palo como regalo, sin botones, ni pilas, ni canciones….

En contraste, cuando los niños se encuentran ante una avalancha de regalos se puede producir sobreestimulación, lo que suele llevar a la pérdida de interés e insatisfacción. Incluso, se pueden dar situaciones en las que los niños reciben regalos antes de desearlos, creando necesidades nuevas que realmente no tenían. Como resultado, el verdadero significado de estas fechas puede, desde las mejores de las intenciones, verse eclipsado por los regalos.

Debemos mantener presente la esencia de estas fechas: el pasar tiempo de calidad en familia, el compartir, el agradecimiento, la solidaridad, la empatía, el tolerar la espera y la frustración… Una oportunidad única para que los niños expresen sus deseos y sueños abiertamente y sean escuchados por los adultos, al tiempo que su manejo puede ser una experiencia muy educativa.

La fiesta de los Reyes Magos es una hermosa tradición que debemos mantener recordando que el mejor regalo reside en el tiempo compartido de calidad, así como el valor celebratorio que ello supone.

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