«Los padres quieren educar de la mejor manera, pero les falla la estrategia»
Pilar Velasco, autora de 'Sentirse amado para poder amar', advierte de la importancia de crear un vínculo afectivo sano porque «son los cimientos de la salud mental»
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Pilar Velasco es Máster en Ciencias de la familia por el Instituto Superior de estudios para la familia (Universidad de Anáhuac) y en Psicoterapia Cognitivo Conductual, además de fundadora y directora de la institución 'Vinculando con' para el fortalecimiento del desarrollo personal ... mediante la enseñanza de valores y la promoción de vínculos familiares. Acaba de aterrizar en España directa desde México, cuidad en la que vive y colabora actualmente con el Hospital ABC en un programa dirigido a mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad. La iniciativa brinda atención médica y acompañamiento durante los cinco primeros años de vida de los niños con el fin de fortalecer la parentalidad y generar entornos familiares seguros.
Acaba de presentar en Madrid su libro 'Sentirse amado para poder amar' dirigido a ofrecer respuestas para ayudar a las familias a construir relaciones sólidas y seguras, y es que «los vínculo afectivos sanos son los cimientos de una buena salud mental«.
En la imagen, Pilar Velasco
Asegura que una de las principales causas por las que se dificulta este vínculo sano es la pérdida de autoridad parental. «Muchos padres recibieron una educación autoritaria y ahora pretenden convertirse en amigos de sus hijos, lo que provoca que los niños pierdan a sus referentes, como guías que deben ser, y lo que ello conlleva, puesto que crecen con derechos, pero sin obligaciones. Es decir, los niños no reconocen la autoridad de los padres solo por el hecho de serlo y se requiere hacer algo diferente, encontrar nuevas estrategias que permitan educar y ejercer un tipo de autoridad moral con mejores resultados«.
Advierte, sin embargo, que el amor debe combinarse con límites claros para evitar lo que denomina «crianza blanda», que deriva en inseguridad, baja tolerancia a la frustración y problemas emocionales. «La falta de vínculo afectivo en los primeros seis años de vida de los pequeños puede aumentar la inseguridad, el riesgo de ansiedad, depresión, trastornos mentales o dificultades de regulación emocional en la adultez«, matiza.
Asegura que la mayoría de los padres quiere criar y educar de la mejor manera a sus hijos, «pero el problema es que les falla la estrategia. Creen que el vínculo es llevarse bien con los hijos, pero implica mucho más. No es lo mismo querer a los hijos a que ellos se sientan amados«.
Para establecer un buen vínculo con ellos, apunta que hay tres claves principales: «En primer lugar, lograr que todos los días se sientan importantes; en segundo lugar, que sientan que son conocidos, que les conocemos en detalle (que no actuemos sin saber sus gustos, opiniones, preferencias...) y, por último, que tengan muy claro que nuestro amor es incondicional, que les amamos y aceptamos tal y como son, pero respetando nuestros límites«.
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El mensaje central de Velasco es optimista: «Aunque la etapa temprana es crucial, siempre es posible reparar y fortalecer el vínculo años más tarde, durante la adolescencia». Su propuesta busca posicionar la vinculación afectiva como estrategia de salud mental preventiva y pilar de una sociedad más resiliente.