Los niños que mojan la cama no quieren dormir fuera de casa para que no se conozca su trastorno

La enuresis afecta al 10% de los niños de 5 años, al 8% de los de 7 años, al 5% de los de 10 años y al 3% de los adolescentes e, incluso en la edad adulta, se registran casos de escapes nocturnos regulares

La intervención temprana hace que los niños dejen de mojar la cama antes y, que sus complicaciones sean más leves y desaparezcan antes

S.F.

Madrid

La conciliación familiar en época de vacaciones escolares no es sencilla para nadie, pero para los padres de niños enuréticos —aquellos que mojan la cama por las noches de manera involuntaria—, el problema es mayor. Con la llegada del calor y las ... vacaciones, los padres trabajadores recurren a campamentos, colonias y viajes de estudios para que sus hijos desarrollen actividades mientras ellos continúan con su jornada laboral. Lo que puede parecer una situación normal en muchas familias, supone un gran problema y preocupación para los niños con escapes nocturnos, que dudan si apuntarse o no a estas actividades para evitar que los demás niños conozcan su problema, porque se avergüenzan del trastorno.

La sociedad considera la enuresis como un estigma y está relacionada con sentimiento de culpa, baja autoestima, alteraciones del sueño y, en consecuencia, una mayor tasa de fracaso escolar.

Se trata de un trastorno que se proyecta de forma muy negativa sobre la vida del niño y la familia. Este trastorno limita su sociabilidad, pues no quiere pernoctar en casa de amigos o familiares, acudir a campamentos, colonias, viajes de estudios, etc.

Según Venancio Martínez, pediatra en el Principado de Asturias y profesor en la Universidad de Oviedo, «el niño y los padres evitan actividades fuera de casa; esa actitud ante la enuresis debe ser conocida por el pediatra que puede intervenir. La enuresis es un trastorno con múltiples consecuencias, pero tiene solución y, en muchos de los casos, se eliminan totalmente. Hay niños que, cuando tienen una salida de este tipo, para pasar unos días fuera de casa, en un campamento o en casa de un amigo, acuden a la consulta de su médico para que les ayude a afrontar la situación, los resultados que se observan son francamente buenos. Además, se logra una motivación del niño y de la familia muy grande y, eso es parte esencial en la curación de la enuresis».

La incidencia de la enuresis es mayor de lo que se pueda pensar a priori. Los expertos estiman que afecta al 10% de los niños de 5 años, al 8% de los de 7 años, al 5% de los de 10 años y al 3% de los adolescentes e incluso en la edad adulta se registran casos de escapes involuntarios regulares.

Si nos fijamos en los datos estadísticos, más de 270.000 niños mojan la cama, de los más de 5,7 millones de niños y adolescentes censados en España, según los porcentajes de incidencia anteriores.

A partir de los 5 años, la enuresis tiene una tasa de curación espontánea alta, pero distintos estudios indican claramente, que una intervención temprana hace que los niños dejen de mojar la cama antes y que sus complicaciones sean más leves y desaparezcan antes. Por lo que, acudir al pediatra anticipadamente ayuda a un mejor diagnóstico del niño y favorece la resolución de la situación.

Es importante consultar con el pediatra si, pasados los 5 años, continúan los escapes nocturnos. El pediatra como experto podrá poner solución al problema del niño y facilitará que acuda al campamento.

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