El 70% de los menores de 10 años en situación de riesgo sufren violencia
Así lo indica el Estudio del Teléfono/Chat ANAR de la Familia y los Centros Escolares: 'Escuchando a la infancia desde la voz adulta (2019-2024)'
La fuga del hogar, el principal motivo tras las desapariciones de menores en España en 2024
Madrid
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Iniciar sesiónHay realidades, a veces ocultas que, por desgracia, no dejan de crecer. Según el Teléfono Anar, en el periodo que va comprendido entre 2019 y 2024, se ha registrado un aumento significativo en el número de casos de menores que han necesitado y ... recibido orientación psicológica, social y/o jurídica gracias a la llamada de un adulto de su entorno (+17,3%).
Así lo afirma, al menos, el estudio del Teléfono/Chat ANAR de la Familia y los Centros Escolares presentado hoy: «Escuchando a la infancia desde la voz adulta (2019-2024)», en el cual se analizan los 59.616 casos de menores de edad en riesgo ayudados a partir de las 89.411 peticiones de ayuda realizadas en ese período por personas de edad de referencia para ellos.
Pero, ¿quiénes son los adultos que marcan el número de teléfono ofrecido por esta entidad para pedir ayuda en nombre de ese menor que está viviendo una situación de emergencia y extrema gravedad? Fundamentalmente, explica Diana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda ANAR, «son las madres, principales referentes del niño, en un 57 por ciento de las ocasiones, las primeras que llaman para denunciar situaciones, por ejemplo, de violencia en el hogar que viven sus hijos. Ellas piden ayuda y se movilizan, no para ellas mismas, sino por ellos, por lo que su rol es muy importante».
En concreto, el informe indica que el 78,2% fueron mujeres, por temas relacionados con la violencia hacia un/a menor de edad (60,5%), especialmente en casos de maltrato físico o psicológico y de agresión sexual, así como por problemas de salud mental (19,7%), principalmente asociados a problemas de conducta. «Como decimos en Fundación técnico de Fundación Anar -ha matizado en este punto Benjamín Ballesteros, director de la entidad-, si no existieran las madres, habría que inventarlas porque gracias a ellas salen a la luz situaciones que si no estarían en oculto».
Los padres, por su parte, añade Díaz, «también llaman, pero tienen una posición diferente a las mujeres: no detectan de forma tan clara la violencia intrafamiliar, y en cambio sí consultan en mayor proporción de forma reactiva por otro tipo de cuestiones como son los problemas jurídicos y la sustracción de menores, etc.».
Todas estas peticiones de ayuda de los adultos contrastan con el motivo de fondo de la llamada cuando son los niños los que se ponen en contacto con esta entidad, prosigue esta experta. «En efecto, cuando la llamada la recibimos de los propios menores de edad, «estos señalan la salud mental, mientras que este asunto pasa más desapercibido en las peticiones de ayuda de los adultos/as del entorno. Esto nos lleva a pensar que se tiende a normalizar problemas en la infancia que requieren un apoyo psicológico especializado y que minimizaría las secuelas en etapas posteriores».
Menores de 10 años: un perfil clave
Los 20.320 niños y niñas menores de 10 años ayudados constituyen un perfil marcado por una alta vulnerabilidad y exposición a riesgos graves y persistentes. Dentro de este grupo, la mayoría de los casos atendidos corresponden con varones en edades tempranas (6 años de media), que crecen en familias monoparentales, principalmente con la madre. En cuanto a los motivos de las consultas, predomina la violencia contra un niño/a (70%), con especial presencia del maltrato físico, maltrato psicológico/emocional, abandono, agresión sexual, violencia de género, entre otros; los problemas jurídicos (6,4%); la conflictividad familiar, como separaciones, custodias y regímenes de visitas (6,2%) y la pobreza infantil (2,5%).
Como ha señaladoel director técnico de Fundación ANAR: «los menores de 10 años son el grupo más especialmente vulnerable, por ello, es importante reforzar la detección temprana, la respuesta multidisciplinar y el acceso a recursos terapéuticos y jurídicos, así como fortalecer los apoyos a familias monoparentales y los mecanismos de prevención de la violencia en la primera infancia».
Este Teléfono, ha remarcado Ballesteros, «es especialmente útil para la detección de problemas en la primera infancia», aquella comprendida entre los 0 y los 9 años, que representa un 34,1% de los casos; no obstante, se observa un aumento progresivo de las consultas relacionadas con preadolescentes (12-13 años) y adolescentes (13-14 años). El 98,2% vive con algún familiar, principalmente con ambos progenitores (40%) o con la madre (33,6%). El 69,1% de los/as menores de edad por los que contactan personas adultas no recibe ni ha recibido tratamiento psicológico.
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Pese a la cronicidad y severidad de los problemas que sufren los/as menores de 10 años -frecuencia diaria (59,9%), duración superior al año (60,1%), urgencia alta (53,2%) y gravedad alta (66,8%)-, el 75,5% de ellos/as no cuenta con atención psicológica. Fundación ANAR llevó a cabo una orientación psicológica, social y jurídica, la que requiere de mayor complejidad, en el 73,6% de las ocasiones.
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