Lola, madre de acogida: «Tener a 'mi niño' en casa este curso me ha aportado un centro vital»

Se trata de un programa específico y concreto de acogimiento temporal, con una duración de un curso lectivo (hasta julio del 2023), y en el que participan menores que actualmente crecen en residencias de protección de la Comunidad de Madrid.

Los niños que participan tienen edades comprendidas entre los 6 y los 17 años. De hecho, en un primer momento, Lola se postuló para acoger a un menor de entre 5 y 10 años, pero tras reflexionar con la psicóloga de la Comunidad de Madrid, se animó con un pequeño que hoy tiene 12 años al que se refiere como «mi niño». «He tenido mucha suerte, estoy muy contenta. Me ha aportado un centro vital, que hace que el resto de las cosas se relativicen», admite esta mujer.

Ella se atrevió con la adolescencia, un periodo en el que según reconoce Adriana de la Osa, de ASEAF, existen dos cuellos de botella a la hora de encontrar familias: «primero porque este tipo de perfiles parece a priori más complicado de gestionar y, segundo, porque ellos mismos ya no quieren salir de su entorno. Tienen un desarraigo brutal y no se atreven a perder la poca estabilidad que tienen».

A este menor, sin embargo, apunta Lola, «le hacía mucha ilusión estar en una familia. Creo que está súper adaptado. Tengo la sensación de que ha sido muy flexible», porque a la vez no quería romper para nada el vínculo con la residencia de Alcorcón en la que vivía. «Sigue muy en contacto con sus educadores y sus amigos de allí. Para él es su lugar y una vez a la semana, le llevo para que pase la tarde con sus compañeros», explica esta madre de acogida.

Según los últimos datos proporcionados por la Dirección General de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad, en el año 2020 el número de menores bajo medida de protección en la Comunidad de Madrid fue de 3.802., de los cuales 1.498 se encontraban en acogimiento residencial.