«Cuando un hombre se convierte en padre también pasa por una revolución emocional»

Siempre se habla de los cambios emocionales en las madres, pero, ¿cómo afecta emocionalmente a un hombre que acaba de tener un hijo?

La paternidad supone una revolución emocional compleja. Muchas veces es abrumadora por el aumento de la responsabilidad y la pérdida de la independencia. Las emociones en su conjunto se viven más intensamente. De repente, muchas cosas que no te habías planteado o que pasabas por alto, cobran mucha más importancia y te puedes sentir muy perdido. Por otro lado, al implicarse mucho más emocionalmente, hay una mayor vinculación, y las alegrías y los buenos momentos se sienten mucho más.

Depresión post parto en padres, ¿realidad o mito?

Obviamente, llamarlo depresión postparto en padres, no sería el término correcto. El origen de dicha depresión en mujeres está causado principalmente por los cambios hormonales que sufren durante el embarazo... y tras este. Los hombres no pasan por este torbellino hormonal. Pero si partimos de la base de que el rol del padre se está transformando, y que actualmente se acerca mucho más a lo que han sido, por lo general, las funciones exclusivamente maternas, podríamos afirmar que se puede dar una depresión tras el nacimiento del hijo. Los padres también experimentan una serie de desafíos emocionales, conjuntamente con la falta de sueño y la adaptación a una nueva dinámica familiar, el aumento de los miedos y las preocupaciones, lo que puede generar un aumento de la ansiedad y la depresión. Estas emociones pueden verse además intensificados si, por ejemplo, el recién nacido o la madre experimentan algún problema de salud.

¿De qué manera deben afrontar su propia ansiedad ante un cambio tan importante en su vida?

Creo que es importante poder tener alguna referencia cercana de paternidad con la que poder expresarse y compartir lo que está suponiendo esta nueva faceta. También es fundamental poder hablar con la pareja sobre lo que está sucediendo, y qué pueden hacer para ayudarse mutuamente en este nuevo camino. Y, si fuera necesario, recurrir a ayuda profesional.

¿Cómo deben apoyar, además, a la madre en estos primeros meses?

Por lo general, tras nacimiento del bebé, el padre ejerce sobre todo el rol de cuidador de la madre. Ayudando con las tareas del hogar, cuidando del bebé de forma activa (cambiar pañales, bañarlo, darle de comer si toma biberón…), proporcionar apoyo emocional, animar a la madre a descansar siempre que sea posible, y permitir que tenga tiempo para sí misma, ya sea para descansar, tomar una ducha tranquila…

¿Cuáles son vuestras recomendaciones para que, además, la relación de pareja no se vea afectada negativamente por esta montaña rusa de emociones ante la llegada de un bebé?

Ser un equipo, comunicarse abierta y honestamente y compartir responsabilidades que puedan fortalecer la relación y apoyar el bienestar de todos. Entender que durante un tiempo, la dimensión de pareja cambia: las actividades y las rutinas que solían estar presentes pueden desaparecer y la intimidad se ve desplazada. Es importante ser capaces de hablar abiertamente de las cosas que suceden y, si aparecen situaciones que generan conflicto de forma habitual, sentarse y llegar a acuerdos para tratar de buscar soluciones. Siempre que sea posible, también puede ser aconsejable que cada cierto tiempo se pueda tener un espacio donde el centro sea la pareja y no la paternidad/maternidad.