Cómo cuidar los oídos de los niños al volar en avión

Darles un biberón o un chupete en el momento del aterrizaje o despegue es clave en los más pequeños

La acumulación de presión en los oídos es una desagradable sensación

S.F.

MADRID

En pleno verano es muy habitual coincidir en losviajes en avión con bebés y niños pequeños llorando y con padres en apuros buscando la mejor forma para calmarlos. Ante esta situación, Aina Bastús, audioprotesista, logopeda y responsable pediátrica de ... Audika España, explica por qué los niños se quejan y qué pueden hacer los progenitores para calmarles.

«Los bebés pueden tener una reacción severa a las sensaciones asociadas con el vuelo. En numerosas ocasiones, la acumulación de presión y los chasquidos pueden ser demasiado molesto para sus pequeños oídos«, explica la experta. Todo ello se debe a que sus trompas de Eustaquio, es decir, los diminutos tubos que conectan el oído medio con la garganta, «son más cortas, estrechas y más horizontales, lo que hace más difícil para ellos regular la presión en sus oídos y puede resultar doloroso para los pequeños».

Por tanto, si la disfunción de las trompas de Eustaquio (ETD) suele ser difícil de soportar en circunstancias habituales, en momentos en los que se acumula la presión del entorno, es aún peor.

¿Qué es la disfunción de las trompas de Eustaquio?

Se trata de una afección común que se produce cuando estas se bloquean. «Son las responsables de que la presión se distribuya por igual entre el oído externo y el medio. También drenan el líquido del oído medio para garantizar que los conductos estén despejados y libres de obstrucciones. Suelen estar cerrados, pero se abren al masticar, tragar o bostezar», explica Bastús.

Al obstruirse, el pequeño siente «dolor, dificultades auditivas y una sensación de plenitud en los oídos que se denomina ETD -continua-. Esta afección es más común en los niños de 5 años o menos, ya que sus trompas de Eustaquio son más cortas puesto que no han alcanzado las características del oído adulto lo que significa que puede ser más difícil regular la acumulación de presión en sus oídos».

Esta desagradable sensación suele experimentarse en el despegue y el aterrizaje de un avión. Si no se puede igualar la diferencia de presión en el oído medio debido a la ETD, puede llegar a ser bastante doloroso. «Por eso los bebés lloran tanto en los aviones», recuerda.

Recomendaciones auditivas durante un vuelo

Ante esta situación, la experta recomienda «darles un biberón o un chupete en el momento en el que el avión esté aterrizando o despegando. Y es que la sensación de succión ayuda a abrir las trompas de Eustaquio para evitar cualquier bloqueo doloroso y puede ofrecer un gran alivio a los niños«.

Trucos como chupar un caramelo, bostezar o masticar un chicle también ayudan a regular el oído medio en los momentos en que aumenta la presión de la cabina.

«También se puede comer o beber algo durante el despegue y el aterrizaje. De esta forma evitaremos que se taponen los oídos por el cambio de presión y para los más pequeños puede tener un efecto tranquilizador», concluye.

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