Primera Comunión: ¿Es conveniente regalar dinero a un niño?
Un experto en finanzas explica cómo hacerlo y que resulte rentable y educativo para el futuro del menor

Los meses de mayo y junio son por excelencia los meses de las primeras Comuniones. Muchos familiares no saben qué regalar a los niños que la realizan, por lo que finalmente optan por entregarles dinero. Por este motivo, se trata de una ocasión en la que a veces llegan a reunir importantes cantidades para su edad a la que no están acostumbrados. Según Richard Gracia, experto en inversión y finanzas personales y CEO de Método RICO, considera que este regalo es una buena opción, «pero no basta con entregarlo y olvidarnos. El dinero es una oportunidad educativa única, especialmente a los 10 años. Según estudios de la Universidad de Cambridge, los niños adquieren hábitos financieros clave antes de cumplir los 7 años, así que a los 10 ya están preparados para aprender conceptos más profundos. Si el dinero va acompañado de una breve conversación educativa sobre ahorro, gasto e inversión, transformamos un simple regalo en una lección para toda la vida».
¿Son conscientes a estas edades de la importancia del dinero?
En parte sí. Conocen precios, entienden qué es caro o barato, pero no captan plenamente el coste de oportunidad. Un estudio de la OCDE indica que solo el 15 % de los jóvenes entiende conceptos básicos como interés compuesto o inflación antes de la adolescencia. Por eso es crucial explicarles con ejemplos sencillos: 'Si gastas hoy 50 euros en videojuegos, quizás no puedas comprar la bici en verano'. Es importante explicarles que cada euro es una semilla que puede crecer. Por ejemplo, regalemos 100 euros y animémoslos a dividirlo en tres partes claras: 30 para gastar libremente, 30 para algo que realmente quieran en el futuro, y 40 con el fin de invertir o ahorrar a largo plazo.
Lo importante es ayudarles a visualizar el futuro. Mostrarles cómo funciona el interés compuesto con un ejemplo sencillo: si ahorran 10 euros al mes desde los 10 años con un 8% anual, a los 18 tendrían más de 1.200 euros, más del doble de lo invertido inicialmente. Así entenderán el poder del dinero trabajado inteligentemente.
¿Por dónde empezar a contarles lo importante que es el dinero?
Podemos empezar con una frase potente y sencilla: «Cada euro puede trabajar por ti mientras duermes». Esto capta su atención inmediatamente. Continúa con una pregunta provocadora y fácil: «¿Prefieres 10 euros ahora o 15 en un mes?». Con este enfoque, despertamos su curiosidad natural sobre el ahorro, la inversión y la paciencia.
Añade breves historias o ejemplos de personas que comenzaron a ahorrar desde jóvenes y lograron objetivos emocionantes. Mantén la conversación breve, clara y muy práctica, sin sermones ni complejidades.
¿Es una oportunidad que no se debe perder para que conozcan su valor?
Absolutamente. Es el momento ideal para mostrarles que cada euro guardado hoy puede generar bienestar mañana. Una buena estrategia es contarles historias reales sobre cómo pequeñas inversiones hechas temprano han permitido grandes logros personales o profesionales.
Además, es útil enseñarles que el valor del dinero no es solo material: representa libertad, seguridad y tranquilidad en el futuro. Con esto en mente, podemos motivarles a separar parte de sus regalos para proyectos más significativos, como estudiar en el extranjero, iniciar un pequeño negocio juvenil o viajar.
De hacerles este regalo, ¿es mejor dárselo a ellos o a los padres directamente?
Lo ideal es una combinación inteligente. Una parte se entrega directamente al niño para que experimente la gestión del dinero y tome decisiones propias, fomentando responsabilidad. Otra parte queda bajo supervisión parental, pero con total transparencia. Por ejemplo, de un regalo de 200 euros, 50 podrían ser gestionados libremente por el niño y 150 invertidos en una cuenta conjunta visible para él.
La clave es la transparencia: si el niño puede ver regularmente cómo crece su dinero, desarrollará un sentido de propiedad y orgullo. Así se fomenta una mentalidad financiera saludable y responsable.
¿Qué conceptos deben aprender para mantener una buena actitud financiera?
Primero, que ahorrar no es privarse, sino elegir sabiamente. Segundo, deben aprender qué es el interés compuesto y por qué es importante empezar pronto. Por ejemplo, con solo 20 euros al mes invertidos desde los 10 años al 7 % anual, a los 30 podrían acumular más de 10.000 euros sin grandes esfuerzos.
También deben distinguir claramente activos (algo que pone dinero en su bolsillo) de pasivos (algo que lo saca). Esto les ayudará a tomar decisiones inteligentes y evitar compras impulsivas o innecesarias. Finalmente, enseñarles que retrasar una pequeña gratificación puede permitir alcanzar objetivos mucho mayores.
¿Qué errores más comunes suelen cometer los padres en este asunto?
Uno de los más graves en la educación financiera infantil es predicar sin dar ejemplo. Decirles a nuestros hijos que deben ahorrar e invertir sin demostrarlo nosotros mismos, lo que debilita completamente cualquier enseñanza. Los niños aprenden principalmente por imitación, observando nuestras acciones diarias.
Para corregir esto, es fundamental mostrarles cómo gestionamos personalmente nuestras finanzas. Por ejemplo, explícales cómo distribuyes tus ingresos mensualmente, mostrarles cómo realizas inversiones concretas y compartir con ellos los resultados o beneficios que obtienes de estas decisiones.
Otro error frecuente es vincular exclusivamente el dinero a tareas domésticas, lo que enseña a los niños a pensar únicamente como empleados. Es importante educarles también en mentalidad inversora o emprendedora. Para lograr esto, establece claramente que ciertas tareas domésticas básicas, como hacer la cama o ayudar a recoger la mesa, son responsabilidades familiares que no conllevan pago económico.
En cambio, puedes introducir un sistema que premie directamente el ahorro acumulado: si logran ahorrar 100 euros, podrían recibir una paga semanal de 10; al alcanzar 500, incrementarla a 12; y si alcanzan los 1.000, subirla a 15. También es positivo premiar iniciativas creativas, como organizar pequeños proyectos, ventas de artículos hechos por ellos mismos, o ideas innovadoras para generar ingresos adicionales.
Un tercer error habitual es la falta de transparencia en la gestión del dinero infantil. Guardarlo sin explicar claramente cómo se administra les impide desarrollar habilidades esenciales para su futuro financiero.
Para corregir esto, abre con ellos una cuenta conjunta o un fondo de inversión infantil. Muéstrales regularmente cómo evoluciona el saldo, qué movimientos realizas, y explícales con palabras sencillas por qué se toman esas decisiones. Así aprenderán a gestionar responsablemente su dinero desde temprana edad, desarrollando confianza y autonomía financiera.
¿Cómo evitar el derroche ante un consumismo a veces desmesurado?
Lo primero es aplicar la «regla de la espera»: si quieren algo, deben esperar 7 días antes de comprarlo. Así desarrollan paciencia y control sobre decisiones impulsivas. También es útil limitar sus gastos inmediatos, estableciendo claramente que solo pueden usar un porcentaje (máximo 30 %) del dinero que reciben en regalos o mesadas en gastos impulsivos.
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Otra técnica efectiva es enseñarles a calcular el «coste por hora de uso» de cualquier producto que quieran adquirir. Si desean un juego que cuesta 50 euros y solo lo usarán 5 horas, el coste real sería 10 euros por hora. Esto les ayudará a valorar mejor sus decisiones y evitar compras superficiales.
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