El colegio que enseña a sus alumnos a hablar en público con técnicas de teatro inglesas
La importancia de trabajar la oratoria y el hablar en público desde pequeños
Diez pasos para enseñar a tu hijo a hablar en público

Muchas personas experimentan una gran ansiedad al hablar en público, un fenómeno conocido como 'glossophobia'. Para algunos, esta sensación de agobio puede ser casi física, hasta el punto de creer que se van a morir. Pero hoy en día, dominar el arte de hablar en público es fundamental tanto en la vida profesional como personal y es algo en lo que hay que incidir, ya que nuestro país está históricamente por detrás en la práctica de esta habilidad..
Históricamente, en España ha existido un énfasis en la memorización y en los exámenes tradicionales, lo que ha relegado a un segundo plano el desarrollo de habilidades como la oratoria. En cambio, en muchos países anglosajones se valora mucho más el pensamiento crítico y la expresión oral desde edades tempranas.
Por fortuna, la habilidad de expresarse con seguridad, claridad y efectividad es algo que se puede aprender y perfeccionar desde temprana edad, asegura. «Lo ideal es trabajar esta capacidad desde las primeras etapas educativas, para que los estudiantes adquieran las herramientas necesarias para manejar esa ansiedad y convertirse en oradores seguros y efectivos. La oratoria no solo se trata de hablar en público, sino de gestionar la expresión y la comunicación con confianza y precisión y es algo que fortalece su autoestima«.
La realidad es que poco a poco, hay un cambio de mentalidad en España, y cada vez más centros educativos están reconociendo la importancia de fomentar estas competencias en sus alumnos. «Incluir la oratoria como una asignatura en sí misma permitiría a los estudiantes no solo desarrollar su capacidad de expresión, sino también habilidades importantes como el pensamiento crítico, la empatía y la autoconfianza», sugiere Abigail Kay, directora de Infantil de TEMS, un centro que apuesta por este aprendizaje desde que las primeras etapas educativas.
También los padres, asegura esta experta, pueden ser un gran apoyo en este proceso. «Fomentar conversaciones abiertas, escuchar activamente y animar a los niños a expresar sus ideas en casa son formas sencillas de promover la oratoria. Además, pueden hacer actividades divertidas como contar historias, jugar a representar personajes o incluso simular presentaciones en público. Cuanto más temprano se introduzca el hábito de hablar en público, más natural será para los niños cuando lleguen a la adolescencia».
En el ámbito educativo este aprendizaje se apoya, cada vez más, en técnicas teatrales. «Nosotros, como colegio de base anglosajona, apostamos por enseñar y certificar con el método LAMDA (London Academy of Music and Dramatic Art / Academia de Música y Arte Dramático de Londres), que ofrece exámenes y capacitación en diversas disciplinas de las artes escénicas. La certificación tiene diversos niveles y cada uno pone énfasis en el desarrollo de habilidades clave, como la dicción, la modulación de la voz, el control del cuerpo, la expresión emocional y, sobre todo, la seguridad en uno mismo al hablar ante un público», señala.
Trabajar la oratoria desde pequeños
El desarrollo de habilidades de oratoria y expresión verbal no solo mejora la capacidad de los niños para comunicarse, sino que también favorece su crecimiento personal en varios aspectos. Algunas de las principales ventajas incluyen:
Mejora la confianza en uno mismo
Mejora de la confianza en uno mismo: practicando el hablar en público desde pequeños, los niños aprenden a gestionar su timidez, enfrentarse al miedo escénico y ganar seguridad al expresarse, lo que es fundamental para su autoestima y su desarrollo personal.
Desarrollo del lenguaje y la expresión verbal
La oratoria fomenta una mayor riqueza y claridad en el vocabulario. Los niños que practican hablar en público desarrollan una mayor capacidad para organizar sus pensamientos, estructurar sus ideas de manera coherente y comunicarlas de forma efectiva.
Habilidades sociales
Hablar en público no solo requiere habilidades lingüísticas, sino también la capacidad de conectar con el público. Los niños que practican oratoria mejoran sus habilidades para escuchar, dialogar y relacionarse con los demás, lo cual es fundamental tanto en el ámbito escolar como en la vida cotidiana.
Gestión de emociones y control del estrés
Hablar frente a una audiencia puede ser una experiencia estresante. Por ello, a través de la práctica regular, los niños aprenden a controlar su ansiedad, gestionar los nervios y mantener la calma en situaciones de presión.
Desarrollo de la creatividad y el pensamiento crítico
Al trabajar en la creación de discursos, monólogos o representaciones teatrales, los niños desarrollan su imaginación, su capacidad de análisis y su creatividad, lo que es fundamental para su desarrollo cognitivo y académico.
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En conclusión, la oratoria y la capacidad de hablar en público son habilidades esenciales que deben cultivarse desde la infancia. «Desarrollar estas competencias desde una edad temprana no solo potencia la confianza y la autoestima de los niños, sino que también les brinda herramientas clave para mejorar su comunicación, expresión y empatía. A través de la oratoria, los más pequeños aprenden a organizar sus pensamientos, adaptarse a diferentes audiencias y desarrollar habilidades de liderazgo que serán fundamentales en su vida personal y profesional», finaliza esta experta.
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