«El apoyo a la familia debería estar al margen de cualquier partido y hay muchas formas de ayudarla»

¿Cuáles son sus expectativas? ¿Cree que habrá una marcha atrás?

Lo lógico es que sí, que hubiera un replanteamiento. Eso sería lo normal si no se quiere gobernar y legislar de espaldas a los ciudadanos porque hay un gran rechazo social a este cambio. Rechazo por parte de miles de familias numerosas de toda España, como demuestran las 72.000 firmas que hemos recogido hasta ahora, pero también por parte de expertos en Derecho que no lo ven razonable ni necesario. Por ejemplo, el propio Consejo de Estado, que es el máximo órgano consultivo del Gobierno, ha recomendado que se reconsidere la eliminación del título de familia numerosa, ya que no hay razones que expliquen la supresión de un nombre y un título que reconoce a las familias que tienen mayor número de hijos. El Consejo de Estado dice claramente que se puede mantener este título y dar otros apoyos a otras familias. Las medidas de la ley son compatibles con el título de familia numerosa, eliminarlo es algo gratuito que solo puede responder a un intento de diluir a las familias numerosas.

¿Por qué la insistencia en que se sigan llamando familias numerosas? ¿Qué les diría a aquellos que opinan que qué más da el nombre si siguen siendo familias con muchos hijos?

Efectivamente, hay gente que piensa que el nombre da igual, pero no es así de simple. No es que nos cambien el nombre, es que, al desaparecer el nombre de familia numerosa se diluye el concepto de familia numerosa que está asociado, como es lógico al hecho del número, a un mayor número de hijos, y lo que ello supone: un reconocimiento y un mayor apoyo por parte de la sociedad porque ese mayor número de hijos conlleva un beneficio para toda la sociedad. La nueva Ley crea un nuevo Título de Familias con Mayores Necesidades de Apoyo a la Crianza, en el que se van a incluir familias con diferentes situaciones y características, entre ellas, las familias monoparentales, las que tienen miembros con discapacidad… y las familias numerosas, que ya tenemos nuestra propia regulación, nuestra ley y que somos numerosas y queremos seguir llamándonos así.

 ¿Es esta propuesta de la nueva ley de Familias una decisión práctica, ideológica...?

Si no hay razones objetivas que lo expliquen, como ha dicho el Consejo de Estado, solo puede ser por un tema ideológico. Práctico no es, de hecho, creemos que el cambio que plantean va a generar un gran caos administrativo por la gran cantidad de títulos que habrá que expedir a miles de familias con miles de situaciones. Esto lo tienen que hacer las comunidades autónomas y algunas quieren saber qué financiación va a haber para aplicar la nueva Ley de Familia; las comunidades están preocupadas y muchas no están contentas con la ley, con parte de su contenido y cómo se ha hecho.

 ¿Cree que hay una campaña en contra de la familia en general?

No, puede haber sectores que confunden ciertas cosas, pero la familia es una 'institución' fundamental en la sociedad. Cuando se hacen encuestas y se pregunta a los ciudadanos lo más importante en su vida, responden que es la familia, y cuando hay problemas, en las crisis, en pandemia… ¿quién te salva siempre? ¡La familia! Otra cosa es que los gobiernos no tengan muy claras las prioridades, que se confundan algunas cuestiones por temas ideológicos. El apoyo a la familia debería estar al margen de cualquier partido y hay muchas formas de apoyar a todas las familias de forma justa con ayudas como la prestación por hijo, universal, hasta los 18 años, que tienen muchos países de Europa, y que garantiza que cada niño, al margen de dónde viva y de si sus padres tienen más o menos, pueda contar con un dinero para su educación y su crianza.

 ¿Qué efectos tendrá la aprobación de la nueva ley en nuestra sociedad?

La nueva ley tiene medidas positivas, que ya hemos reconocido, por ejemplo, en temas de conciliación y corresponsabilidad, en facilitar que hombres y mujeres trabajen y a la vez puedan formar una familia y dedicarle tiempo porque muchas mujeres, muchas familias, querrían tener más hijos, pero no lo hacen por cuestiones económicas y también por las dificultades para conciliar. Los hijos requieren tiempo y renuncias, pero a la vez necesitan recursos económicos, así que hay muchas familias que no se pueden plantear prescindir de un sueldo o reducir jornada, pero a la vez no llegan a tiempo a todo por los horarios de trabajo… es complicado

¿Qué cambiará en estas familias si finalmente se modifica su denominación?

Eso no lo sabemos, pero nos tememos que borrar el nombre a la larga puede suponer borrar a las familias numerosas como colectivo que debe ser apoyado de forma especial; se dejará de tener claro el reconocimiento y compensación económica y social a estas familias por la aportación especial que hacen a la sociedad. Esto, que en Europa está claro, en España parce que no, sobre todo en algunos sectores que dicen que el que tenga hijos se los page, olvidando que nuestros hijos también van contribuir al bienestar social de todos. Efectivamente, tenemos los hijos que tenemos porque queremos y debemos mantener nosotros, pero es un bien social, de cara al futuro. A veces no se reconoce y no se nos apoya, incluso se penaliza a los que más hijos tienen y, además, seguimos etiquetados como gente adinerada cuando no es así.

¿Cuál sería hoy su mensaje en la celebración del Día de la Familia?

Que se piense en la familia como un elemento de cohesión social y en las familias con hijos como un elemento de la sociedad de gran valor porque aportan capital humano que es imprescindible. Estamos en una sociedad envejecida con un gasto social cada vez mayor porque vivimos más, lo que es bueno, pero, por el otro lado, necesitamos que haya población joven que pueda sostener ese sistema. Hace falta que nazcan niños y para eso hay que apoyar a las familias, a las nuevas y a las que ya existen y tienen más hijos, hay que cuidarlas y compensar el esfuerzo que hacen porque sus hijos van a ayudar mucho a sostener ese sistema, pensiones, etc. La natalidad es una cuestión de todos porque nuestro futuro depende en parte de esto, es algo importante, tanto que el Reto Demográfico motivó la creación de una comisión parlamentaria y ahora hay hasta un ministerio, pero la cuestión no puede quedar ahí, tiene que haber políticas que supongan un cambio en la natalidad y rompan la tendencia a la baja de los últimos años.