Ana, madre de una niña con cáncer: «Mi hija me ha enseñado a no ser tan quejica»

En diciembre de ese año recibieron el diagnóstico: un linfoma muy complejo del que no había más casos en España. El mundo se paró para esta familia. «El día antes de recibir el diagnóstico, me acuerdo que estaba enfadada porque se me rompió el coche y no sabía cómo iba a ir a trabajar», recuerda Ana. Jamás pensó que la vida de su hija pasaría a ser prioridad absoluta. Y es que «el cáncer produjo un cambio en nuestra vida radical».

A la pequeña, se lo explicaron los psicólogos con el cuento 'Teo descubre el cáncer'. «Ella al principio no entendía nada porque se encontraba bien», rememora la progenitora. «Luego tenía la quimio, se encontraba fatal... y no lo comprendía. También pensé que iba a llevar muy mal el quedarse sin pelo pero no, lo ha llevado fenomenal».

Tras varias sesiones de quimioterapia y un trasplante gracias a la donación de su hermana melliza, Celia, Sira se encuentra fenomenal. «Ha tenido una actitud...», reconoce la progenitora. «Ha estado siempre animada -continua-. Es increíblemente dura. Siempre ha estado bien, sin quejarse... A nosotros nos ha sorprendido porque para mí esto ha sido una montaña rusa de emociones. Las familias vivimos muchas cosas y muy intensamente porque nos relacionamos entre todas, conocemos cada uno de los casos, convivimos, nos implicamos... Compartes algo tan fuerte que son muchos los altibajos».

Padres y madres de los niños en tratamiento oncológico cuentan que, día a día, son sus hijas e hijos los que les dan ánimos, los que intentan ver el lado positivo de la enfermedad y les devuelven la sonrisa en los días más oscuros. Por ello, la Fundación Juegaterapia, dedicada a mejorar la calidad de vida de los menores enfermos de cáncer a través del juego y la humanización hospitalaria, lanza en el Día Internacional del Cáncer Infantil un anuncio que apela al deseo de que todo salga bien.

«Sira me ha enseñado a no ser ya quejica. Yo era de esas personas que se quejaban por todo. Pero ya no. Ella ni siquiera se ha quejado de los dolores», relata la progenitora. «¡No sé cómo puede ser tan fuerte! -afirma sorprendida-. Jamás ha estado triste. Su vida social se ha visto truncada de la noche a la mañana: no va al colegio, no está con los amigos... ¡Parece mentira que tenga 7 años!».

Los padres de los niños en tratamiento oncológico cuentan que, día a día, son sus hijas e hijos los que les dan ánimos, los que intentan ver el lado positivo de la enfermedad y les devuelven la sonrisa en los días más oscuros. «Lo mismo ha pasado con Celia», añade la progenitora. «Nos ha dado toda una lección. Es muy solidaria y tierna. Cuando te ve triste, te abraza y te dice que no lo estés. Es otra valiente», dice Ana.

Por ello, las mellizas son protagonistas de este nuevo anuncio junto a Zaira, María, Ian, Javi, Sara, Aitana, Dani y Mathías. La Fundación Juegaterapia busca concienciar sobre la importancia de fomentar el universo del juego y la humanización hospitalaria en los procesos de cáncer pediátrico. Dado lo que afecta el tratamiento al estado de ánimo, es importante que los niños dispongan de salas preparadas dentro de los hospitales para que no dejen de jugar y vivir como los niños que son.

Por ello, Sira y Celia no dudaron en participar en el anuncio. «Fueron contentísimas. Para Sira, además, le supuso un paréntesis muy grande en su día a día porque no tiene vida social y salir a grabar el anuncio fue muy bonito», finaliza Ana.