Suscribete a
ABC Premium

Alberto, 59 años: «No podía vivir borracho, pero tampoco podía vivir sin beber»

Alberto fue presa del alcohol desde los 16 años, pero a los 44 años algo cambió su vida y no ha vuelto a dar un trago recuperándose como persona y volviendo a disfrutar de su familia

«El 54% de los padres saben que sus hijos beben alcohol, pero hacen la vista gorda»

La vida familiar de Alberto se vio muy dañada por culpa de su adicción a la bebida
Laura Peraita

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Alberto reconoce que de pequeño era retraído y le costaba relacionarse con sus compañeros de clase. En la adolescencia se dio cuenta de que cuando bebía alcohol hablaba con mayor soltura con sus amigos, «de forma más espontánea y sin sacar a relucir mis ... taras». Tenía 16 años. «En realidad no me emborrachaba, y eso que bebía más rápido que los demás para que me hiciera efecto antes e, incluso tomaba más cantidad, pero mi cuerpo lo asimilaba de forma diferente, lo toleraba mejor». El alcohol se convirtió en su compañero de viaje.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia