Cómo afrontar la Navidad cuando hay conflictos familiares
La Navidad puede ser mágica, pero también puede generar grandes expectativas de armonía y felicidad que pueden ser dañinas si no estamos en nuestro mejor momento

Sin duda, la Navidad es la época más familiar del año, pero no todo el mundo la vive con los mismos sentimientos de alegría e ilusión. Afrontar estas fechas cuando hay conflictos personales puede resultar muy duro, especialmente cuando se supone que es una época donde todos los mensajes son de unión y felicidad.
La Navidad en sí puede ser mágica: luces, villancicos, decoración, comidas deliciosas en mesas preciosas… pero también son unas fechas donde las expectativas de armonía, felicidad y amor pueden hacernos daño. Hay personas que pueden estar pasando un duelo, otras se enfrentan a tener que convivir con familiares tóxicos, otras se sienten solas… Son muchas las razones por las que afrontar la Navidad también puede ser difícil, y hemos de tomar conciencia de ello.
Silvia Congost, psicóloga referente mundial en autoestima y relaciones, explica algunos pasos para afrontar estas fechas sean cuales sean las circunstancias…
- El primer paso sería desdramatizar la Navidad: hay que pensar que es una época más, en la que no tenemos que dejarnos llevar por la obligación de ser felices. No pasa nada si no se cena en familia o si se cena solo. Es un día más. Lo importante son los 365 días del año. Y si vemos que nos conecta con tristeza porque nuestra infancia no fue bonita o porque nos recuerda que nuestros padres ya no están, centrémonos en el hoy y en que ellos de alguna manera siguen estando con nosotros, en otro plano, de otra manera. Aprendamos a abrazar lo que tenemos y sigue presente en nuestra vida.
- Priorizar lo que uno necesita: no por ser Navidad hay que ser más complaciente. Debemos seguir siendo nosotros mismos. Y si además somos capaces de disfrutar de la belleza del entorno, pues mucho mejor.
- Empezar a crear hábitos propios: crea tu propia versión de la Navidad. Busca dentro de ti lo que te gusta y sintoniza contigo, compártelo con tu pareja o con tus amigos. No te conviertas en un corazón amargado y triste, reconecta con tu niño interior y, si no la disfrutaste durante tu infancia, cambia esos recuerdos y crea otros nuevos mucho más amorosos y placenteros. Y si, por el contrario, fuiste muy feliz de niño, no vivas comparándote con el pasado. Agradece lo que tuviste y disfruta y vive el presente, no hay mejor momento para hacerlo que ahora.
MÁS INFORMACIÓN
La Navidad, «vivida desde la propia esencia, sin comparaciones, sin expectativas ni exigencias, disfrutándola, puede ser una época preciosa», puntualiza Congost.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete