«Vamos por el buen camino; cada vez hay mayor conciencia social y política del problema demográfico»

¿Cuál es el principal problema de la institución familiar?

La principal dificultad de la institución familiar en nuestro país es mantenerse en pie a pesar de las dificultades que hombres y mujeres que quieren formar una familia y tener hijos encuentran en ámbitos como el laboral, el económico y el social, porque, a pesar de que cada vez hay más conciencia social y hemos avanzado en igualdad y en políticas de conciliación, sigue siendo difícil compaginar y conciliar trabajo y familia.

Uno de los principales problemas que tiene la familia hoy es la falta de tiempo porque la familia requiere momentos para disfrutar juntos todos sus miembros y el ritmo frenético de vida que llevamos hace que a veces no les dediquemos ese tiempo tan importante.

¿A qué retos se enfrenta?

El reto es lograr el necesario equilibrio entre trabajo y familia y que desaparezcan los obstáculos económicos, laborales y sociales que encuentran las familias a la hora de desarrollar su proyecto de vida.

En el caso de las familias numerosas, los obstáculos son mucho mayores, puesto que el esfuerzo que deben realizar a todos los niveles –económico, de tiempo…– es mucho mayor. Esto es paradójico si tenemos en cuenta que las familias con hijos, especialmente las numerosas, son las que más aportan a la sociedad y es realmente injusto que lo hagan a costa de enfrentarse a grandes dificultades en su día a día.

¿Qué medidas más urgentes debería poner en marcha el Gobierno para favorecer la situación d elas familias españolas?

Es necesario crear las condiciones adecuadas para que cada familia pueda decidir libremente los hijos que quiere tener, puesto que muchas parejas tienen en nuestro país menos de los que de verdad querrían. No obstante, hacemos una lectura positiva en el sentido de considerar que vamos por el buen camino, ya que que cada vez hay mayor conciencia social y política sobre el problema demográfico y sobre la necesidad de apoyar y proteger a la familia: los políticos ya hablan del suicidio demográfico y saben que es un asunto serio que hay que atajar.

Como medidas concretas a llevar a cabo, hacen falta políticas de conciliación que faciliten compaginar la vida laboral y familiar; incentivos para fomentar la contratación laboral, bonificaciones fiscales para las familias con mayores responsabilidades familiares, así como ayudas directas a familias numerosas, ya que hay muchas de ellas en las que solo trabaja el padre y la renta per capita es justa, pero no llegan a las deducciones.