«Es teletrabajo cuando los niños van al colegio y no estás haciendo la comida»
José Luis Casero, presidente de ARHOE, valora la nueva normativa y recuerda qué es y qué no teletrabajar

La nueva normativa de teletrabajo supone un gran avance. Sin embargo, se queda corta. « Desde ARHOE hacemos una valoración positiva de la norma porque antes no había prácticamente regulación alguna pero faltan muchas cosas que se dejan en manos de la ... negociación colectiva y otras que se pueden mejorar », asegura José Luis Casero , Presidente de ARHOE.
Para el experto, la nueva regulación no se ajusta a la realidad actual en la que vivimos: « Queda mucho por avanzar en la medida en que las leyes están hechas para aplicarlas en los tiempos y realidad que se viven. Y el tiempo actual que vivimos es complejo». Por esta razón, echa en falta, por ejemplo, una regulación del teletrabajo por imperativo legal para el cuidado de menores ante los confinamientos de las aulas . «Es un aspecto que queda a expensas de un acuerdo entre la empresa y el trabajador pero vivimos una situación excepcional que puede derivar en situaciones excepcionales y que deberían ser previstas y reguladas en estos momentos», recuerda, porque «estando bajo una situación excepcional como en la que estamos, la ley tendría que haber regulado ese carácter imperativo para la empresa y poder sufragar así las necesidades de padres y madres ».
Casero recuerda que teletrabajar con los hijos en casa no es teletrabajar, como tampoco fue teletrabajo lo vivido durante el estado de alarma : «Cuando existe una situación de excepcionalidad ha sido el sálvese quien pueda. El teletrabajo debería partir de la base de que tú trabajas en casa y tus hijos están en el colegio . Igualmente, parte de la base de que trabajas en casa sin que estés pendiente de que no se te queme la comida ».
Y para la empresa, la nueva normativa de teletrabajo debería ir más allá del mero hecho de cumplirla. « Se trata de un nuevo modelo de organizar el trabajo y de establecer nuevos modelos de negocio . Las compañías -advierte- no solo tienen que cumplir la ley sino que deben llevar a cabo nuevos planes de reorganización del trabajo, evaluar las competencias de los empleados, trabajar con las herramientas necesarias, establecer un protocolo para el trabajador y para los responsables que contemple los usos del tiempo y el derecho a la desconexión, saber cómo vehicular las reuniones, etc. Y nada de eso viene en la ley».
Porque, en su opinión, la nueva realidad que estamos viviendo «va a durar suficiente como para crear un hábito y, el teletrabajo bien planteado, es bueno para el trabajador (porque favorece la conciliación) y para el empresario (porque se mejora la productividad, ahorro de costes de oficina…)».
Eso sí, mejor teletrabajar de manera parcial que a jornada completa. «Es lo que siempre hemos defendido desde ARHOE -recuerda- Para mi, el teletrabajo al 100% no es bueno porque provoca alineamiento, acabas en pijama, te ves encerrado todo el día y somos personas: necesitamos relacionarnos».
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