Los síntomas por los que debes acudir a Urgencias con tu hijo sin dudarlo

Aunque como recuerdan las Urgencias son servicio destinado a 'urgencias' y, por tanto, no debe ser utilizado para consultas médicas ordinarias, entienden que «no siempre está claro qué es una urgencia y qué puede esperar a una cita con el pediatra».

Cuando lo padres se enfrentan a síntomas nuevos, poco habituales o desconocidos, lo cual ocurre con frecuencia en el caso de los primerizos, señala el doctor Orenci, «suele influir en su decisión la naturaleza e intensidad de la enfermedad, la edad del niño, la inquietud que generan los síntomas y el acceso que tienen al pediatra habitual».

No existe una regla exacta para saber cuándo acudir a Urgencias , por lo que los especialistas recomiendan decantarse por esta opción «siempre que algo no vaya bien o en caso de duda».

Asimismo, aconsejan optar por un hospital que cuente con un cuadro médico especializado capaz de determinar, a cualquier hora del día, cuáles son las necesidades de la salud del pequeño. En este sentido, los profesionales de HM Hospitales subrayan la importancia de contar también con una adecuada y moderna equipación tecnológica que facilite el diagnóstico y permita al profesional actuar a la mayor brevedad posible.

La fiebre es el motivo principal de consulta en Pediatría . En este caso «la valoración del especialista es absolutamente necesaria», señala. Además, se recomienda acudir de manera inmediata en los bebés de menos de un mes y durante las primeras 24 horas en los menores de 2 años, sobre todo si supera los 39,5 ºC axilares. «No obstante, antes de acudir a Urgencias, debería administrarse un antitérmico en el domicilio», explica Orenci Urraca.

En el caso de la tos es recomendable ir a Urgencias si esta se acompaña de dificultad respiratoria o sensación de ahogo así como en el caso de tos 'perruna' y nocturna o tos acompañada de fiebre; mientras que en caso de diarrea, vómitos repetidos o dolor abdominal que se debe ir a Urgencias si persiste durante horas o si es intenso, localizado o va acompañado de vómitos.

Al igual que ante traumatismos craneales, sobre todo si se han producido desde una altura superior a la del cuerpo, o de extremidades si el dolor se mantiene durante más de una hora o existe inmovilidad de la articulación.