Cómo salvar a su hijo de las infecciones en la guardería
Resfriados, gastroenteritis, conjuntivitis... los niños se pasan todo de unos a otros. Pero se pueden prevenir, o minimizar, los contagios
Nadie duda de los beneficios que aporta acudir a una escuela infantil para los más pequeños. Contribuye a su socialización, a aceptar y adaptarse a unas normas y pautas, aprenden a compartir... Pero a la vez, esto también tiene una contrapartida: son un foco de ... infección de enfermedades. Y es algo inevitable. Los niños están expuestos a edades más tempranas a agentes infecciosos. Por eso, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha elaborado unas serie de consejos para prevenir en la medida de lo posible los contagios. Siempre enviando un mensaje de tranquilidad a los padres: «un niño normal superará esta etapa sin problemas».
Durante su estancia en la guardería, lo más habitual es que los pequeños sufran repetidos episodios de resfriados, gastroenteritis, infecciones en la piel, conjuntivitis... muchos de ellos con fiebre. Enfermedades que también se transmiten a cuidadores y padres. Conozca de manos de los pediatras de AEP algunas de las claves que pueden ayudar a prevenir, o minimizar, estas dolencias:
¿Cómo se transmiten las infecciones?
—Por vía fecal-oral: Los microbios se eliminan por las heces y el contagio se produce al ingerirlos. Muchos niños entre 2 y 3 años se contagian por esta vía debido a que a esa edad todavía no son capaces de controlar la defecación. Las enfermedades más habituales que se transmiten son: gastroenteritis víricas y por bacterias, hepatitis A e infecciones intestinales.
—Por vía respiratoria: Al toser o estornudar se expulsan al aire gérmenes en forma de aerosol que son aspirados por otras personas. Y se puede contagiar no solo cuando se presentan los síntomas de la enfermedad, sino días antes durante el periodo de incubación. Los resfriados, faringitis, laringitis, tos ferina, varicela, sarampión, gripe, meningits y tuberculosos son los ejemplos de transmisión por esta via.
—Por contacto de la piel: Por contacto de persona a persona o a través de objetos. Así suelen transmitirse infecciones de piel, piojos y sarna.
—Por contacto con líquidos orgánicos: Por contacto con sangre (excepcional en una guardería), saliva u orina. El niño puede contagiarse por ejemplo del herpes simplex.
¿Cómo prevenir?
—Vacunación correcta de niños y cuidadores. Los pediatras aconsejan que en el caso de los cuidadores se vacunen anualmente contra la gripe y la hepatitis A.
—Lavarse las manos. Es la norma básica de la prevención. Las escuelas infantiles deben tener instalaciones adecuadas para que los niños se laven las manos y esto se establezca como una rutina. Y los padres en casa deben dar ejemplo. Además, lo harán de forma sistemática antes de preparar la comida del niño y después de cambiarle los pañales.
—Lavar a menudo los juguetes de uso común y a diario los paños de cocina y toallas.
—En determinados casos y según la enfermedad, se podrá separar temporalmente al niño o el adulto enfermo en otra estancia.
—Es innecesario administrar antibióticos a un niño como forma de prevención. Solo están indicados en situaciones muy concretas y con prescripción médica.
—Vigilar y declarar inmediatamente las enfermedades transmisibles que requieren medidas preventivas.
—El centro está obligado a comunicar a los padres cualquier tipo de brote contagioso: desde piojos hasta sarampión.
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