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Qué le pasa al cerebro de tus hijos cuando les gritas

Elevar la voz de forma continuada tiene un impacto en el cerebro humano y en el desarrollo neurológico del niño

Vea en el vídeo por qué no debemos gritar a nuestros hijos
Carlota Fominaya

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Llegas a casa después de una larga y dura jornada de trabajo y con unas ganas locas de estar y disfrutar con tus hijos. Empezamos a disfrutar con ellos, pero en algún momento, un determinado comportamiento nos hace poner el «grito en el cielo». Si ... ese grito es lo habitual, advierte la psicóloga Piedad González Hurtado , no tiene vuelta atrás. «Por más que luego les pidamos perdón por haber perdido los nervios y les demostremos cariño, el daño está hecho», asegura. Los gritos continuados, explica, «tienen un impacto en el cerebro humano y en el propio desarrollo neurológico del niño ya que el acto de “gritar” tiene una finalidad muy concreta en todas las especies, que es la de alertar de un peligro. Nuestro sistema de alarma se activa y se libera cortisol, esa hormona del estrés que tiene como finalidad poner las condiciones físicas y biológicas necesarias para huir o pelear».

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