Una madre sanitaria: «He tenido que dejar a mi hijo con mi hermana y no sé cuándo le volveré a ver»

Como les ha pasado a muchas familias, Susana y su pequeño han empezado la semana juntos en casa tras la medida decretada por las autoridades debido a Filomena . «Y menos mal que puedo teletrabajar», confiesa la joven.

« Yo he tenido que dejar a mi hijo con mi hermana «, cuenta Aitana Hernández, enfermera. Los profesionales sanitarios son precisamente los que menos opciones de conciliación han tenido -y tienen- durante toda la pandemia del Covid-19 y, ahora, con el temporal, la historia se repite.

«El domingo por la tarde, Aitana vino a mi casa a traerme al pequeño», cuenta Diana, hermana de la sanitaria. « Yo ahora mismo estoy de baja maternal, así que tenemos la suerte de que puedo encargarme de él . De momento, la profesora le ha mandado unos ejercicios para repasar lo que han dado en el colegio estos últimas días. Así que así estoy: entre biberones y clases online», cuenta la joven.

Mientras tanto, Aitana se enfrenta a turnos dobles y jornadas maratonianas hasta que todo se estabilice y vuelva a la normalidad. « De momento, sé que hoy luenes no voy a ver a mi hijo. Saldré muy tarde y mañana tendré que volver al hospital y ya veremos cuándo podré verle . Ahora me toca a mi hacer los turnos de otros compañeros que han estado doblando porque la nevada les pilló trabajando», cuenta la enfermera.

« Mis hijos no se entretienen con nada . Aunque mi marido está en casa hoy lunes porque no ha podido ir al taller a trabajar, mis pequeños solo quieren estar conmigo y yo tengo que teletrabajar », cuenta María Rojo, otra joven con dos pequeños de 4 y 2 años. «Y no sé qué haremos el resto de la semana porque mi pareja ya va mañana a trabajar. Tendré que cogerme días de vacaciones o algo», lamenta la joven, a quien los fantasmas «fantasmas» del pasado confinamiento le vuelven a visitar. « Es horrible. Me recuerda a marzo totalmente », reconoce.

Eso también le pasa a Jose Manuel Sánchez, padre de dos menores de 3 y 5 años. «Las vacaciones de Navidad han sido días duros», reconoce a este diario. «Las familias apenas hemos podido descansar, llevamos mucho acumulado y teletrabajamos como podemos. Ahora, esta nueva circunstancia nos recuerda a lo vivido en marzo pero con una diferencia -matiza-: Estamos más agotados y sin apenas fuerzas para poder hacernos cargo de todo otra vez, es decir, tareas domésticas, clases y la necesaria atención que necesitan los niños pequeños ».

Algo más optimista se muestra Sonia Molero, madre de dos adolescentes. «Nuestro colegio se puso en contacto con nosotros el sábado y mi hijo mayor lleva conectado desde las 08:15 a sus clases. El pequeño ha tenido una reunión con la tutora de una hora para explicarle lo que iba a hacer. Le han colgado ejercicios y vídeos para que los vaya haciendo», explica. Mientras tanto, ella teletrabaja. « El problema, en mi opinión, son los progenitores que no pueden teletrabajar, no disponen de varios dispositivos en casa o tienen niños muy pequeños , ya que la tarea escolar recae en los padres y madres», concluye.