«Es la hora de que no demos por supuesto que la familia puede subsistir al margen de los poderes públicos»

Considera, por ello, que la familia sigue ausente de los debates parlamentarios y de las campañas electorales: «parecería que a los políticos no les preocupa algo que sí ocupa e ilusiona a la mayoría de nosotros».

En su opinión ha llegado la hora de que no demos por supuesto que la familia puede subsistir y funcionar al margen de la atención de los poderes públicos. « Llega la hora de exigir que las políticas públicas se preocupen de apoyar a una institución fundamental para la felicidad personal de la mayoría y para la construcción de una sociedad solidaria y con futuro. La historia demuestra que la familia es indestructible, pero también acredita que si los poderes públicos se empeñan en políticas inhumanas pueden causar grandes daños de larga duración. Esta es la enseñanza del siglo XX».

No cesa al insistir en que España necesita partidos políticos «que hagan suya a nivel programático la fuerza y vigencia que la familia tiene de hecho en la vida de la mayoría de los españoles. No es lógico ni razonable que la familia siga siendo para la mayoría de los españoles la institución más importante y sin embargo la familia no exista para los gobernantes como algo digno de atención y protección».

Antonio Torres considera prioritario que desde la política « se acabe con la protección legal de ideologías antifamiliares como la ideología de género y avanzar en la protección legal del matrimonio y la estabilidad familiar, en el apoyo de la maternidad y en la apuesta por la responsabilidad de las familias en la educación de sus hijos, haciendo así normal en la política y las leyes lo que es normal en las preocupaciones vitales de la mayoría de la gente».

En definitiva, el presidente de red Madre asegura que «la salud social de la familia es mejor que su presencia en la preocupación de los políticos. Pero la familia tiene problemas que exigen en justicia el apoyo de las políticas públicas y las leyes a algo tan valioso. Hacen falta partidos que apoyen a la familia sin complejos», concluye.