«Un hijo de alta demanda es como tener la radio al volumen 10 en lugar de al 3»
Entrevista con la psicóloga Úrsula Perona, autora de «Hijos de alta demanda» (Editorial Toromítico)

Todavía hoy, el término de «niño de alta demanda» aún no es muy conocido. En términos psicológicos, un niño de alta demanda es un niño de «temperamento difícil». En términos familiares, es lo que coloquialmente conocemos como niños llorones, complicados o exigentes, que suponen ... para sus padres un verdadero reto para la crianza . Úrsula Perona, psicóloga infantil, madre de tres hijos, ha escrito el libro 'Hijos de Alta Demanda' (Editorial Toromítico) , con la intención de dar a conocer su viaje como madre de uno de estos niños y como ayuda para padres en esta situación. «Lo importante como padres es conocer bien a tu hijo. Comprender cuál es el origen de sus comportamientos y aprender a entender sus necesidades reales y así disfrutar también de la crianza».
Normalmente la familia cercana y los más allegados tampoco entienden a estos niños.
Pongo un ejemplo muy fácil: Tener un hijo de alta demanda es como tener el volumen de la radio al 10 en lugar de al 3 . Todos los niños necesitan atención, pero estos están a otro nivel. Las personas a menudo los tildan de consentidos, malcriados, tiquismiquis, caprichosos… Pero sencillamente son niños de alta demanda. Esto viene motivado por la incomprensión y porque hacemos atribuciones erróneas al comportamiento del niño. Se aventuran a decir que son niños sobreprotegidos… No. Tienen una determinada personalidad. Cuando les quitas esa atribución negativa, puedes ser más consciente de las necesidades reales de ese niño, de dónde vienen… y, en consecuencia, actuar, desde el respeto a su temperamento, o según las expectativas de lo que yo creo que debería ser, que es bien diferente.
Es decir, tiene que quedar claro que un niño de alta demanda te toca, nace así.
En el adulto somos muy respetuosos con los diferentes tipos de personalidad, y nos gusta cuando vemos una fuerte personalidad, lo vemos como un atributo positivo, pero en un niño no tanto, porque lo atribuimos primero a que están maleducados por los padres en vez a su temperamento que es con el que nacen y porque tendemos a la uniformidad en la crianza queremos que todos se comportan iguales, sigan los hitos del desarrollo en el mismo momento, no respetamos su individualidad, su personalidad que es genuina en cada niño y diferente. tendemos a homogeneizar a todos los niños…
¿Cómo es el comportamiento de un niño de alta demanda, y cuándo se hace visible?
A partir de las primeras semanas de vida tu hijo ya empieza a revelar su carácter. El comportamiento de un niño de alta demanda es muy característico: Tiene problemas de sueño, y no necesita dormir demasiado, es normal que se despierte muchas veces, y tardará mucho (incluso años) en dormir del tirón. Muestra dependencia del adulto, especialmente de sus padres, y necesita el contacto físico, que le cojan de la mano, le sujeten en brazos… Posee un temperamento fuerte, y con frecuencia se comporta de manera perseverante e insistente… es impredecible, y lo que ayer te funcionaba para calmar una rabieta, hoy ya no tiene el mismo efecto. Es hipersensible (vulnerable, intuitivo, perspicaz…). No sabe calmarse solo, le cuesta contenerse y autorregularse… No sabe jugar solo, necesita de un adulto para entretenerse, y a nivel psicomotor tiene mucha energía. El niño de alta demanda es movido e inquieto, cambia de juego o actividad fácilmente. También es inteligente, despierto y curioso.
Muchas de estas características se solapan con un niño Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Sí, comparten ese exceso de movimiento, esa hiperquinesia, alteraciones del sueño, esa sensibilidad… pero en los niños de alta demanda la alteración de las funciones ejecutivas del TDAH no está, no hay impulsividad, no hay inatención. Cuando eso se evalúa en consulta, hay una diferencia abismal. En el niño de alta demanda estas hablando de personalidad, en el tda estas hablando del funcionamiento de ese cerebro.
Las personas que tengan hijos de alta demanda, ¿podrán rebajar su intensidad si leen este libro?
Más que cambiar al niño, al que no le pasa nada ni tiene ningún trastorno, lo que vamos a cambiar es nuestro manejo. Cómo nosotros gestionamos todas estas situaciones que se pueden dar, que las puedes vivir desde la incomprensión, desde el agobio, o la culpa, por pensar que no estás haciendo algo bien. o desde el conocimiento, desde una crianza consciente: este es mi niño y está bien, no le pasa nada. Lo ideal es ser capaz de adaptarte a lo que necesita tu hijo y vivir la crianza con muchísimo menos estrés y culpa. Es decir, que la clave es la aceptación de una realidad que tienes: puedes pelearte con ella o aceptarla y adaptarse. De hecho, una de las cosas que a mi me ayudó mucho es revisar las expectativas que yo tenía con mi hija. Si esperas que tu hijo tenga determinados comportamientos porque te lo han transmitido así, vives en la frustración continua de estar exigiendo algo al niño que por su temperamento no puede comportarse así.
¿Cómo podemos empezar a ayudarlos?
Lo primero, conociéndolos bien, Cada hijo es completamente diferente y tenemos que ser conscientes de cuál es su tipo de personalidad, saber bien que necesitan de nosotros (no t todos los niños tienen las mismas necesidades) y, en definitiva, aprender a ser el padre que necesitan, no el que nosotros pensabamos que ibamos a ser.
¿Por qué es tan importante el contacto físico?
Hay una famosa frase que dice: toda demanda de atención de un niño es una demanda de amor. Piden lo que necesitan, no se inventan nada, no nos están manipulando. Tienen unas necesidades que creo que hemos olvidado o perdido de vista, que son necesidades reales. ¿Qué ocurre? Que al final les vemos dos horas al día, a última hora, cuando estamos cansados… y nos parece que nos están pidiendo muchísimo. Además los adultos no nos damos cuenta pero casi siempre estamos haciendo otra cosa cuando estamos con ellos. Atención plena, plena, al niño le damos muy poca.
¿Cómo es un niño de alta demanda de mayor?
Un niño de alta demanda es un adulto maravilloso. Esa perseverancia, esa redundancia, esa testarudez, de querer una cosa y poder repetirla cien veces seguidas hasta que la consiguen, esa contundencia necesaria para perseguir lo que desea, en una persona adulta se traduce en que va perseguir sus objetivos. La sensibilidad también se valora en una personalidad de adulto. Esa necesidad de cariño también se traduce en capacidad para dar afecto de mayor. Porque igual que lo piden, luego son capaces de dar.
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