«Gritar a un niño que se calme es como pedir que aprenda inglés solo»
Entrevista con Rafa Guerrero, psicólogo clínico y autor del cuento 'Los 4 cerebros de Arantxa'

«Términos como el lóbulo parietal o la corteza prefrontal están muy bien para explicar el funcionamiento del cerebro, pero están enfocados a niños de Secundaria», apunta Rafa Guerrero, psicólogo clínico especializado en Psicología Educativa, y autor del libro «Los cuatro cerebros de Arantxa» (editorial Sentir) ... , quien cree firmemente en la importancia de que los más pequeños conozcan las diferentes parte del cerebro para poder desarrollar así su autorregulación emocional.
¿Por qué es tan importante explicar las distintas partes del cerebro a los más pequeños?
Las diferentes técnicas de neuroimagen concluyen que el cerebro acaba por desarrollarse bien entrada la segunda década de la vida. Es decir, que tardarán unos veinte años, en el mejor de los casos, en tener maduro su cerebro. Desgraciadamente, algunas personas no consiguen el máximo potencial del desarrollo cerebral debido a diferentes problemáticas o circunstancias. Con este cuento intento explicar a los padres y a los propios niños que en nuestro encéfalo existen cuatro grandes zonas con funciones diferentes, pero complementarias y que dependen, en esencia, de los cuidadores primarios (la madre, el padre…).
Usted hace mucho hincapié en que si queremos desarrollar el cerebro de los pequeños de una manera suficientemente buena, es imprescindible la mirada incondicional de los padres
No podemos olvidar que el recién nacido llega a este mundo con un sistema nervioso tremendamente inmaduro, lo cual lo convierte en dependiente de sus principales cuidadores. No debemos olvidar que somos mamíferos y, sobre todo, que necesitamos que los cuidadores nos quieran, cubran nuestras necesidades básicas y nos miren de manera incondicional. Solo con estos ingredientes los adultos conseguiremos que nuestros hijos superen la dependencia típica de los primeros años de vida para alcanzar, posteriormente, la ansiada autonomía.
¿Cuáles son esas cuatro grandes áreas del cerebro y cómo están representadas en su libro?
Esas cuatro grandes áreas son figurativamente Coco, Rati, Data y Bali . Coco representa el cerebro reptiliano, cuya principal tarea es asegurar la supervivencia de Arantxa, la protagonista del cuento. Coco está en equilibrio y tranquilo siempre que tiene sus necesidades fisiológicas satisfechas (Alimentación, hidratación, temperatura corporal, protección física…). El siguiente personaje es Rati , una ratita que simboliza el cerebro emocional (Aprendizaje, memoria básica, socialización y apego). A continuación aparece Data , un primate que representa la capacidad de pensar y almacenar gran cantidad de información en la corteza cerebral. Por último está Bali , que es el director de orquesta que coordina a las tres figuras anteriores.
¿Cómo explica usted que, aunque las distintas partes tengan funciones diferentes, el cerebro sigue siendo uno y toma decisiones de forma global?
Con Bali. Si no fuera por la capacidad de gestión del director de orquesta que es Bali, nuestra vida sería caótica . O dicho de otra forma, para que la sinfonía o la pieza musical que queremos representar suenen bien, es necesario que cada uno represente bien su papel. Todos somos necesarios pero ninguno es suficiente por sí mismo. estaríamos totalmente desregulados emocionalmente.
¿Hay niños con algunas partes más activas que otras?
Creo que hay diferencias entre niños, pero hablaría más de momentos del día o del desarrollo evolutivo donde están más activos unos personajes que otros. Por ejemplo, antes de la hora de comer Coco está muy activo, porque tiene mucha hambre. Recordemos que es el que representa las supervivencia, hidratación, el descanso y los cuidados físicos…
El libro está enfocado a los niños pero, ¿qué deben saber al respecto los padres?
Que es fundamental que papá y mamá entiendan la necesidad de etiquetar la necesidad fisiológica, calmar y dar una explicación. O dicho de una forma coloquial: Que no tiene sentido decirle a tu hijo «¿Te puedes calmar?» o «¿Te quieres tranquilizar?» porque los niños no son capaces de regularse o de calmarse solos. Es como decirles ¿quieres aprender inglés por tu cuenta? En ambos casos necesitan de un adulto que les enseñe. En la cuestión emocional, nosotros somos fundamentales para tranquilizarlos primero y para explicarles después por qué están tristes, o sienten miedo. (¿De dónde viene esto que me hace sentir mal? De pensar que va a venir un lobo y te va a comer, porque te han quitado un juguete, porque tienes hambre o sed…). Los niños necesitan que se les expliquen las cosas, no lo entienden de forma automática ni mucho menos. Vamos cubriendo necesidades y a la vez vamos haciendo conscientes a los niños de lo que necesitan. Igual que uno no aprende inglés solo, un niño no aprende a regular sus emociones por sí mismo, necesita a papá y a mamá.
Otra cosa que hay que saber es que para poder calmar a un niño, los padres también tienen que estar calmados . Imaginemos un niño con una Rati desbordada por la muerte de un ser querido, por ejemplo. Siempre me gusta decir que los más pequeños necesitan un Bali externo, es decir, un papá, una mamá o un cuidador que regule a Rati (las emociones) en el cerebro de un niño. Si mamá y papá también tienen sus Ratis a tope, los niños están completamente desregulados. En cambio, si han puesto en marcha sus Ratis desde la tranquilidad, estarán en disposición de calmar la Rati de su hija. Es imprescindible el rol de los adultos en cuanto a la gestión de las emociones de los niños.
Es decir, que la otra enseñanza importante del libro es que para conseguir que ese director de orquesta de cada uno se vaya construyendo con el paso de los años es necesario el cariño de los adultos que rodean al niño. Es como si papá y mamá estuvieran elaborando en casa un pegamento cerebral cuya principal función fuera unir los cuatro cerebros y cuyos ingredientes esenciales son el cariño, el tiempo, el amor, la empatía… y la mirada incondicional .
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