«La fórmula de convivencia mayoritaria es el matrimonio, lo forman el 85% de las parejas»

En este marco, explica que la familia continúa desempeñando sus funciones, pero lo hace de manera diferente y con menor intensidad. «Sigue siendo el principal soporte afectivo y económico ; sigue aportando a la sociedad el capital humano, aunque lo hace con menor intensidad; educa y forma a los hijos; y ejerce una clara solidaridad entre generaciones, con más intensidad durante la crisis, etc. Pero como las familias se “verticalizan” –menos hijos y más abuelos- cambian las relaciones familias y también la forma de llevar a cabo sus funciones».

¿Cuál es el principal problema de la institución familiar?

Son muchos y de distinta naturaleza pero señalaré sólo tres que exigen atención prioritaria. El primer problema tiene su origen en la ausencia de empleo, escasez de tiempo y salarios reducidos, así como falta de recursos materiales, dificultando e incluso impidiendo a los jóvenes formar su propia familia, obligándoles a retrasar el nacimiento del primer hijo y dificultando la decisión de tener más.

El segundo se refiere a las dificultades especiales que a las que se enfrentan muchas familias, por las características de sus miembros, su momento vital o su situación socioeconómica. Nos referimos, entre otras a: familias con hijos dependientes; familias sin recursos por carecer de empleo, y en situaciones de pobreza afectando gravemente a los menores; y familias de personas mayores, que necesitan cuidados especiales, y a pesar de ello continúan ejerciendo como cuidadores de sus hijos y nietos.

¿A qué retos se enfrentan?

Las familias se enfrentan a retos muy diferentes, como se deriva de la respuesta anterior, pero además hay uno que afecta a todas: los efectos de una profunda crisis cultural que está provocando una mayor fragilidad y debilidad de las relaciones y vínculos familiares. El excesivo individualismo y una cierta deshumanización de la sociedad favorece el debilitamiento y la inestabilidad de las relaciones familiares, afectando de manera implacable, a asuntos que tienen que ver con: el reto demográfico, el reto educativo y el reto de construir una verdadera sociedad de los cuidados cuyo primer nivel esta en la familia.

¿Qué medidas más urgentes debería poner en marcha el nuevo gobierno para favorecer la situación de las familias españolas?

Deberían priorizarse medidas que atendieran las necesidades de familias en situaciones de especial vulnerabilidad; y aquellas otras que ofrecieran apoyo a los más jóvenes para constituir sus propias familias y tener el número de hijos que manifiestan querer. Esto exige medidas en materia de empleo, formación, y vivienda; de apoyo a mujeres embarazadas, especialmente en situación de vulnerabilidad, mediante servicios públicos en colaboración con entidades privadas; y apoyo a familias con una estructura que presentan necesidades especiales como: numerosas, monoparentales, con hijos con discapacidad y las constituidas por personas mayores.

Todo ello exige que las actuaciones en materia de servicios sociales; política educativa y política sanitaria, se lleven a cabo teniendo como objetivo atender las necesidades reales de las familias.