«Las familias sin presupuesto familiar se sorprenden hasta con el recibo de la extraescolar de baloncesto»

Teniendo claro que un presupuesto familiar es un plan de lo que vas a hacer con la economía de la casa, ¿cómo hacerlo? ¿Por dónde empezar?

Igual que con el control de gastos: puedes utilizar un excel, una app en el móvil, sobres o en cualquier papel, que es gratis. Lo importante es hacerlo, no te puedes perder en la parálisis por análisis.

A partir de ahí, ¿qué tenemos que hacer?

Recoger en un lado los ingresos y en otro los gastos.

En la parte de los ingresos hay que anotar cualquier ingreso que podamos recibir, ya sea la nómina, un bono extra, o dinero de una renta por alquiler de vivienda, por un trastero… Cualquier ingreso que tengamos.

En la parte de gasto podemos hacer diferentes clasificaciones: podemos dividir entre gastos fijos y variables que debemos conocer. Por ejemplo: en los fijos hay que apuntar lo que pagamos en vivienda, las extraescolares de nuestros hijos… Es decir, los importes que sabemos que van a venir cada mes. No puedes pensar: «¡qué sorpresa, me ha venido la hipoteca o el baloncesto!» porque eso son gastos fijos que nos van a venir todos los meses.

¿Cuáles son los gastos variables? Aquellos que no sabemos exactamente el importe pero que somos conscientes de que también se van a producir. Me refiero a la alimentación y a los suministros (teléfono, luz, agua)... Con estos gastos podemos estimar qué importe nos va a venir todos los meses y sobre eso debemos redondear siempre hacia arriba, para intentar siempre sobre, no hacernos trampas al solitario.

¿Hay alguna manera de recortar ahí en esos gastos fijos pero no tan fijos? ¿qué te puede ayudar?

Sí. Puedes ver todo el gasto que tuviste en alimentación del año pasado y dividirlo entre 12, al igual que lo puedes hacer con los suministros.

También puedes tener más presente las fechas importantes. Por ejemplo, sabemos que en diciembre vamos a gastar más en alimentación, en agosto más en ocio y en septiembre, en libros, material y uniformes escolares. Dentro de que tengamos nuestro presupuesto, podemos adaptarlo a nosotros. Podemos contemplar que esos meses el gasto va a ser ligeramente superior, porque el presupuesto es algo vivo y modificable para saber que no va a haber sorpresas. Realmente, lo que te permite disponer de un presupuesto familiar es ser el jefe de tu propia economía y anticiparte, no quedarte en dique seco por imprevistos. Un imprevisto es que se te rompa el coche nuevo pero si el vehículo tiene treinta años lo más probable es que se rompa.

Por lo general, ¿tenemos claro cuáles son los gastos de un presupuesto necesarios y cuáles imprescindibles?

Es bueno que hagamos ese ejercicio nosotros. Los prescindibles son aquellos de ocio de los que podemos prescindir: esa suscripción a un gimnasio al que no vas, una revista que no lees, o alguna de las muchas plataformas de TV que luego no utilizas. Los necesarios son los impepinables: la hipoteca, la formación de tus hijos o la tuya propia, la ropa… En definitiva, las cosas que no podemos eliminar.

En este presupuesto familiar, ¿deben estar implicados los dos miembros de la pareja?

Cada pareja puede tener su cuenta particular, y luego una en común. Hablamos de tres economías: la economía de tu marido, la tuya y la familiar conjunta, a la que cada uno aporta a la economía familiar pero permite a cada uno quedarse dinero para sus cosas.

No existe una fórmula perfecta, tienes que buscar lo que es perfecto para ti . Hay familias que funcionan bien así y hay familias que prefieren tener todos los huevos en la misma cesta. La realidad es que hoy en día la tecnología te permite tener un poco más de independencia. El hecho de funcionar así, con una parte en común, también se puede hacer de diferentes formas: Aportando una cantidad fija o un porcentaje de los ingresos de cada uno. Hay casos en los que un miembro no puede aportar lo mismo que el otro.

¿Es posible ajustar los gastos en alimentación?

Recomiendo que se elabore un menú semanal donde se apunte que se va a comer en esa casa la semana que viene. En función de ese menú debe salir la lista de la compra. Lo ideal es que el viernes elabores ese régimen de comidas, el sábado compres y el domingo cocines. O al revés, «miro mi despensa, veo que alimentos tengo más cercanos a caducar y compro ingredientes que nos faltan».

Además, recomiendo ir solo una vez al supermercado y siempre con una lista hecha. Por qué si vamos muchas veces, compramos cosas que no necesitamos. Acudes porque te falta el bote de tomate y vienes con un carrito entero de cosas que no necesitas. O vas a hacer la comida y como no tienes los ingredientes, metes en el horno la pizza congelada de la nevera, y todo eso genera gastos. Entiendo que teniendo niños, trabajando, algunas veces te puede pasar eso… Pero la idea, lo que intentas conseguir con todo esto, es tener un plan de ahorro, que al final es lo que intentamos .