Campamentos: «Las recomendaciones son que duerma un niño por tienda de campaña. Así se pierde toda la esencia de la actividad»

Fernández muestra su «preocupación» ante la propuesta de protocolo presentada por Injuve y la normativa publicada por el BOE el pasado 30 de mayo de 2020, que recogen únicamente «recomendaciones no vinculantes, tales como reunir un número restringido de participantes, que sea al aire libre, y con comida y pernocta en espacios individualizados».

Una de las más llamativas, señala este portavoz, es la referida a los campamentos con pernocta, donde limita al 50% la capacidad de las habitaciones lo que, sumado a las restricciones de distanciamiento, hacen inviable la realización de cualquier actividad de estas características. «Se indica, por ejemplo, que duerma un niño por tienda de campaña. Si el campamento es de 80 niños, ¿tendremos que disponer de 80 tiendas de campaña? También si son literas, que solo duerma un menor. Así se pierde toda la esencia de estas actividades y se hace prácticamente imposible llevar a cabo cualquier tipo de campamento en estas condiciones, ya no solo por la organización y la logística del mismo, sino económicamente para los padres», advierte este portavoz.

Es verdad que las propuestas hechas por Injuve, reconoce el portavoz del Colectivo Nacional de Campamentos de Verano , «pretenden ejercer de guía, pero hablan fundamentalmente de mantener la distancia, y eso tratando de niños y adolescentes, es muy complicado de cumplir» . De hecho, reitera, «la organización en subgrupos de un máximo de 10 personas propuesta no solo no garantiza el distanciamiento físico, sino que genera un distanciamiento social que impide a los menores relacionarse con normalidad y perdiendo los objetivos del propio campamento».

Tampoco «la limitación en cuanto al número de participantes -que el documento reduce al 75% en espacios abiertos y al 50% en los cerrados -, es una solución para la prevención, ya que los participantes conviven durante todos los días que dura la actividad, bien sea en campamentos con o sin pernocta».

Es evidente que en ambos documentos, insiste Fernández, «nos encontramos sin respuesta a las necesidades reales de la actividad. No se ha tomado en consideración ni nuestra propuesta de protocolo higiénico sanitaria, ni nuestras alegaciones a los borradores anteriormente emitidos por Injuve , pero creemos que nuestra visión sea escuchada por estas entidades». «Estamos en una fecha límite y las entidades no tienen la capacidad de desarrollar sus propios protocolos para el inicio de la actividad ni tampoco hay tiempo para que sean revisados aprobados por las administraciones competentes. Esto no es un negocio cualquiera, estamos hablando de niños y de salud, y hay que preparar un montón de cosas, las empresas responsables tienen que abrir cuanto antes un plazo de inscripción, adecuarse a los protocolos (que la realidad es que todavía no están publicados y que ahora dependen de cada comunidad autónoma con lo cual, en cada lugar habrá un modelo diferente…», lamenta este experto.

Pese a que la sensación, concluye Fernández, «es de soledad y de desconcierto, por la falta de una legislación que sea ejecutiva de verdad, que pueda ayudarnos a que todo el mundo se sienta seguro: los niños, los padres y los propios profesionales, que sepan que estamos aquí para ofrecer nuestra colaboración para aportar nuestra experiencia y conocimiento del sector e ir de la mano en la elaboración de los planes de desescalada ».