Abajo los mitos que impiden a los padres disfrutar de la crianza

Esta pediatra decidió escribir el libro «que me hubiese gustado encontrar cuando me sentí tan perdida en mi primera maternidad » y que permitiera comprender qué es un bebé y cuáles son sus necesidades. Porque un bebé «no es un robot», es una persona que tiene unas necesidades que probablemente son diferentes a las de los padres. «Se trata de adaptar unas necesidades con otras». «Tenemos que normalizar el cuidado de nuestros hijos aprendiendo a escucharlos y cubriendo sus necesidades, sin olvidar que también nosotros tenemos las nuestras» y, en ese camino, no pretender ser perfectos «ni nosotros ni nuestros hijos».

Salmerón defiende que la sociedad debe permitir que las emociones negativas puedan ser compartidas y escuchadas sin necesidad de dar consejos como si fueran verdades absolutas, ni juzgar. Porque sentirse culpable, vulnerable y pensar que no se está preparado para la maternidad o la paternidad es muy frecuente. «Nos imaginábamos a nuestro bebé menos llorón, más dormilón y pensábamos que todo sería más sencillo» pero, a la hora de la verdad, el niño no quiere dormir en su cuna o necesita estar en brazos todo el día. En ese momento, los padres piensan que están haciendo algo mal y que la culpa es suya «porque lo estamos acostumbrando mal, porque la teta no le alimenta, porque no le dejamos llorar...», una serie de mitos que impiden a los padres disfrutar de la crianza.

En esta obra, Salmerón aborda los tipos de crianza, el vínculo del apego y la necesidad de amor incondicional «esenciales para el desarrollo del bebé» y ofrece las claves para comprender las peculiaridades de cada etapa, de los 0 a los 3 años. Habla de la necesidad de contacto, la lactancia, la alimentación, el sueño y los «múltiples despertares», y desenmascara leyendas sin base científica como el «no le cojas que se acostumbra a los brazos» , «si le das cereales por la noche dormirá mejor», «está usando la teta de chupete» o «si duerme contigo no dormirá solo hasta que cumpla los 18».

Salmerón asegura que «no hay recetas para hacerlo bien, porque cada niño es un mundo», pero recomienda a los padres «hacer aquello que te permita disfrutar de tus hijos y que te haga sentir bien como persona y como familia». Los dos últimos capítulos del libro, editado por Edaf , se centran en la parte más pediátrica, las dudas más frecuentes sobre el cuidado, cómo quitar el chupete, el pañal... Por último, los primeros auxilios y las urgencias pediátricas.