En qué consiste el 'hipnoparto' que quiere tener Pedroche

A su juicio, la preparación para el parto desde el aspecto más emocional es muy importante. «Soy consciente -reconoce- de que el término hipnoparto puede llamar la atención, puede incluso crear confusión, pero no, nada de péndulos, ni chamanes... Se trata de calma y confianza en tu cuerpo. Es volver a los orígenes, al poder de tu cuerpo».

Gracias al hipnoparto, asegura Camarós, «es posible tener herramientas muy poderosas para sobrellevar cada fase, anclajes atencionales, emocionales, con el fin de crear calma, paz y refugio...».

El hipnoparto, explica esta autora, «es más que una herramienta para evitar el dolor. Es un proceso de replanteamiento personal en el que modificas todo aquello que te han contado sobre el parto y cambias el miedo al día de tu parto y al dolor durante este por la confianza que desarrollas en tu cuerpo y en tu mente«.

De hecho, «otorga un nuevo significado a la palabra dolor, pasando a verlo como un gran poder que surge de ti. Dejas de pensar en cómo evitarte el malestar para pasar a pensar en cómo generarte el bienestar, facilitando así la fisiología natural del parto».

Lo mejor de todo, asegura, «es que el parto no es magia, es psicología. Es aprender a gestionar tu atención y activación física y mental, lo que te ayudará al entrenamiento del pensamiento, sin necesidad de creer para que funcione. Es hacer tuya la técnica y, sea como sea el parto que tu bebé necesite para nacer, tú también consigas vivir un parto en calma, sabiendo qué ocurre y por qué en cada momento«.

Las 'olas uterinas' a las que se refiere Pedroche, se controlarían situando a la madre en una especie de «isla del bienestar» que se conseguiría con la práctica de un ejercicio de respiraciones guiadas que explica Paula Camarós en su libro: «10, 9, 8, 7, 6, 5... casi estás dentro. 4, 3, 2, 1... subiste a este barco. Visualiza ahora como el barco zarpa, como te separas de ese embarcadero y como la ilusión por iniciar la travesía te invade. Las olas suaves suben y bajan tu barco y con cada oleada te relajas más y más... Cada oleada, rítmica, poderosa, balancea tu barco. Te relaja más y más. Nota ahora como esas oleadas son cada vez más fuertes, quizá sientes que tu barco se balancea demasiado, y tal vez dudes que puedas mantenerlo a flote». (...)

«Visualiza como desde la calma, suavemente, fácilmente y cómodamente, tomas el timón y decides hacerte cargo de esa situación, controlando el balanceo del barco... (...). 1, 2, 3, 4, subes con las olas. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, bajas con las olas. Sube con las olas 1, 2, 3, 4, baja con las olas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8... Qué bienestar... Sonríe... Todo va bien. A lo lejos, visualizas una isla..., una preciosa y pequeña isla, y decides navegar hacia ella, sube con las olas y baja con ellas».

El parto «es la única cita a ciegas en la que sabes al cien por cien que vas a conocer al amor de tu vida, y las mujeres deberíamos recordar que hemos nacido para esto. Garantizo -matiza Camarós- que cada contracción, cada náusea, cada noche sin dormir tienen un motivo y recompensa. ¿Tienes miedo al día día más feliz de tu vida? -pregunta-. Pues tú puedes hacerlo. En nosotras está la mejor herramienta», insiste.