Loreto Sesma: «Vamos a solucionar la brecha salarial y luego ya nos ponemos a cambiar el lenguaje»

¿Qué ha resultado más difícil en tu carrera, ser joven o ser mujer? Ambas son empleadas algunas veces para menospreciar a la persona...

La gente no valora lo que haces en este baremo. Cuando me dieron el Premio Internacional de Melilla en noviembre, la gente lo que puso sobre la mesa era cuál era mi apariencia física y qué fotos subía a Instagram en lugar de tener en cuenta que acababa de recibir un premio y que tristemente, si hubiese sido un hombre, no hubiese recibido los mismos comentarios vejatorios y con una falta de respeto total. Lo mismo pasa cuando publico un libro o cuando se pone en duda cómo he conseguido publicar cuatro libros. Sobre todo eso. En el caso de «ser joven» se pone más en duda todo el asunto de la veracidad de lo que escribes. Siempre me preguntan que cómo puedo tener idea de lo que es la vida «si no la he vivido». Yo creo que la vida empieza en el momento en el que naces, y cada uno tiene unas vivencias diferentes. Una persona de 80 años puede haber vivido menos que una de cinco. La vida tiene unas experiencias que están repartidas de forma desigual.

¿El negocio literario aboga por el talento femenino o continúa siendo un feudo masculino?

Sigue siendo masculino. Cuando se hacen eventos y se invita a gente que la gente considera que son como la imagen del panorama actual siguen primando más los hombres. No voy a decir nombres, pero sigue siendo lo predominante. No sé por qué, pero sigue siendo así.

¿Cómo conseguiste superar esas barreras? Antes la gente pensaba en poesía y en nombres como Machado o Lorca, pero ahora mucha gente piensa en ti.

No te planteas convertirte en un referente, escribes y va ocurriendo. De todas maneras, yo siempre he pensado que esa etiqueta te la tienen que poner los demás, es un error ponértela a ti mismo ; porque escribir, escribimos muchísima gente. Tampoco creo que sea referente de nada, de toda la vida creo que soy una discípula de la gente que sí considero referentes como lo son Benjamín Prados, García Montero y personas que de verdad creo que tienen una carrera y una trayectoria literaria suficientes para considerarlos referentes.

¿Tiene la poesía poder de concienciación?

La poesía tiene el poder de todo, y en general la literatura y el arte en su concepto más amplio. Claro que tiene ese poder de llegar a gente y cambiar conciencias. Lo único que creo que es el escritor quien lleva el timón y es el que va escribiendo lo que quiere que llegue a su lector. En mi caso, no tengo una poesía que sea muy reivindicativa porque creo que mi trabajo no es ese, es concienciar desde otro punto de vista. Lo que se dice acción sentimental. Pero claro que se pueden cambiar cosas desde la poesía y desde cualquier disciplina.

¿Tiene más poder que el activismo?

No sé si tendrá más poder. Creo que el activismo se puede acercar más a grupos de gente que ya estén un poco «en la onda», como el que dice ; en cambio, la poesía te puede llevar por otros caminos. Por eso hablaba antes de arte en general, porque ocurre lo mismo también con la música, es un arte que te lleva y que lo disfrutas, es una pasión, pero que sin embargo precisamente por ser una canción es lo que consigue conciliarte con la idea de que puedes cambiar las cosas.

¿Cómo ves la labor actual del feminismo?

Creo que hay muchos colectivos feministas que más que un favor le está haciendo la puñeta al feminismo de verdad. El feminismo es una mujer luchando por estar en igualdad de condiciones que un hombre en una sociedad en la que eso, claramente, no se da. Creo que el feminismo no es ni muchísimo menos poner al hombre en un escalón inferior ni luchar contra la sociedad, sino con la sociedad. Hay muchas mujeres que se cuelgan la pegatina del feminismo y que tienen unos valores erróneos de lo que creo que verdaderamente es el movimiento.

¿Crees que hay cosas a mejorar en ese sentido?

Por supuesto que hay muchísimas cosas que mejorar. Hay muchísimo feminismo de boquilla y es muy triste que el feminismo se haya puesto «de moda», porque es una lucha. Yo cuando veo algunas cosas en redes sociales, que es donde más se grita ahora, me da hasta cosa, porque claro que hay que cambiar, pero no puedes ponerte una camiseta de feminismo como si fuese un grupo de música.

¿Crees que la propuesta de Carmen Calvo sobre el lenguaje inclusivo en la Constitución es el camino a tomar o hay cosas más importantes que resolver?

Hay cosas más importantes que resolver primero. En general tenemos un problema, y es que nos fijamos en cosas absurdas cuando hay asuntos que tienen que primar antes. Evidentemente, hay rasgos en el lenguaje que son machistas , pero primero vamos a solucionar la brecha salarial y luego ya nos ponemos a cambiar el lenguaje de la Constitución.

¿Alguna vez te has sentido discriminada?

De momento no, porque mi camino en el mundo laboral ha sido escaso. Se ha puesto más en tela de juicio por ser joven mi labor en la literatura porque es donde más he estado presente. Aunque me ha pasado, realizando alguna entrevista como becaria que el entrevistado te vacile. Pero también he visto el caso contrario, de un periodista que entreviste a una mujer y ella le vacile, que es algo que pasa mucho últimamente con el tema de los abusos y los acosos sexuales. Las editoriales, por otra parte, siempre me han tratado bien. He estado con Espasa, ahora estoy con Visor y siempre me han tratado como una auténtica reina.

¿Algún mensaje para los hombres?

El mensaje que se tiene que dar al hombre es del hombre a sí mismo. Nosotras ya hemos dejado claro qué es lo que queremos , el ocho de marzo ya se vio así queyo creo que es el momento de que escuchen. Además, es una cosa que pasa mucho en España. Se habla mucho, se grita mucho y se escucha muy poco.