Hazte premium Hazte premium

Día de la Madre

La autora de 'Ponerme a parir': «Que te critiquen en redes sociales tanto si te coges la baja maternal como si no es bullying»

Entrevista con la cómica, monogolista y autora del libro 'Ponerme a parir', para quien la «maternidad no hay que vivirla en el metaverso»

Carlota Fominaya

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Mientras toda España acudía desesperada a las farmacias en busca de test de autodiagnóstico de Covid, Valeria Ros pedía uno de embarazo, como si la pandemia no fuera de ella. Salió positivo y tuvo que afrontar el embarazo sola, ya que el bebé que venía en camino era fruto de una noche de copas en la que terminó escribiendo a un exnovio. En ‘Ponerme a parir’ , el libro que acaba de publicar esta cómica, Ros entremezcla la historia de su reciente maternidad, con su vida sobre los escenarios, a la vez que se analiza desde todos los aspectos posibles: desde su infancia, tratando de imaginar un padre ausente, pasando por sus inicios en la comedia, sus relaciones y la atención a su salud mental, hasta su conciliación vital todo con la pequeña Federica, hoy de un año y medio y que, al ser medio italiana, “ha venido con un panettone bajo el brazo” .

Valeria dispara rápido. En breve tiene que salir corriendo a grabar su último programa, y el fin de semana lo pasa trabajando en Bilbao, de donde es oriunda. «Tengo un mes de mayo loquísimo, me tengo que concienciar», se dice en alto a ella misma. Mientras tanto, reconoce que en esta obra se ha «desnudado literalmente». «Aunque esto viene en el ADN. He nacido sin pudor. Ya lo hago a diario, me cuesta mucho no hacer comedia que no sea autobiográfica. Al final es como abrirme en canal, contar dramas sin abobiarme. Aunque la escritura te ofrece más margen que un monólogo, que siempre tienes que cerrar técnicamente con un chiste». Después de un tiempo que ha sido muy duro, «que ha sido probablemente el más difícil de mi vida (embarazo en pandemia, de una ex pareja, vivir la gestación en soledad…), es una forma de digerir de expulsar…», reconoce.

También aparece constantemente la figura paterna, precisamente, admite, «por no tenerla», y es inevitable pensar que Valeria está repitiendo su propia historia. «Totalmente. Creo que todo se repite», asume. «Hay una teoría, que he escuchado a muchos psicólogos, porque he seguido todo tipo de técnicas disciplinas, que dice que hasta que no aprendes una lección la vas repitiendo en tu vida, a nivel generacional. Lo veo alarmante pero es que es así, hasta que no aprendes, vas a ir repitiendo la misma situación.. Creo que la única manera de frenarlo y que a tus futuros hijos o nietos no les pase exactamente lo mismo es ser consciente de ello».

Su maternidad también está siendo una fuente inagotable de inspiración. «No le he podido sacar más partido. En toda esta situación no he dejado de trabajar en ningún momento, iba contando lo que me iba pasando en la tele, en la radio… Me daba para mucha sección. Ha sido una inspiración brutal cuando no pasaba nada, para los cómicos ha sido un momento duro, porque vivimos de la experiencia. A nivel profesional ha sido fantástico».

Pero, asegura, «también lo era antes de escribir el libro. Muchos de los chistes que cuento están rescatados de Matrioska, un show que hice sobre el embarazo cuando ya estaba muy cerca de salir de cuentas. Casi hay una aparición estelar», se ríe. «Hice un tema sobre el suelo pélvico que fue viral. Decía que no existía y no veas qué horror, la cantidad de haters y de spam que tuve. La gente se lo toma todo demasiado en serio. Hubo varios colegios profesionales que sacaron comunicados al respecto. Si ya estaba sola en la pandemia, sin el padre de la criatura, a partir de aquel chiste estuve solísima. Tampoco podía ver a otras embarazadas. De hecho, un día en el supermercado seguí a una con interés. Le pregunté: ‘¿qué tal lo llevas?’ y salió corriendo, como pensando: ‘¿quién es esta loca?’. Era tan tonto todo…».

« La gente se agarra a la maternidad y al embarazo como a un clavo ardiendo y le da una importancia que puede ser que no todo el mundo se la demos. Te exigen que seas madre 100 por cien cuando todo el mundo sabe que estar 24 horas cuidando a un bebé es para pegarte un tiro. El hecho en sí de que te obliguen a esta haciéndolo me parece ya machista», advierte.

«Pienso -reflexiona Valeria- que la gente está o muy acomplejada o muy aburrida. De lo que estoy segura después de tanto tiempo haciendo comedia es que con ciertos gremios hay que tener mucho cuidado, porque les afecta todo. Pero lo que no va a conseguir nadie es que yo deje de hacer comedia. Hay veces que meto la pata, de tanto trabajo y de tanta presión por crear material, me paso. Pero también sé pedir perdón».

En cambio la sociedad, prosigue, «es muy dura con las madres, o así lo viví yo cuando me reincorporé apenas dos semanas después de haber parido. Sobre todo ahora, que vivimos en la dictadura digital. En el momento en el que expones una situación vienen 25.000 personas a decirte cómo lo estás haciendo de mal. Da igual si el asunto es si no haces baja, o si te pasas 5 meses más, que te van a dar lecciones. Creo que hay que pasar de ello, no podemos vivir ni la maternidad ni nada como si viviésemos en el metaverso, en lo virtual. Somos conscientes de que las redes sociales están ahí, son parte de la sociedad, pero no puedes dejarte llevar por gente que no sabes ni quién es. Porque eso no deja de ser bullying ».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación