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Tres juezas italianas absuelven a dos imputados de una violación porque la joven era «demasiado masculina»

La sentencia crea enorme polémica y el proceso deberá ser repetido

Jaime García
Ángel Gómez Fuentes

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La sentencia es increíble y ha suscitado gran escándalo en Italia. Un tribunal de apelación de Ancona (Italia) ha considerado que una joven era poco atractiva, demasiado masculina, por lo que no es creíble que haya sido violada. «Parece un hombre, es imposible que haya sufrido violación», afirma la sentencia, deduciendo que lo más probable es que se haya inventado todo. Siguiendo este razonamiento, el tribunal de apelación de Ancona ha absuelto a dos jóvenes de violencia sexual contra una peruana de 22 años. Ambos habían sido ya condenados en un tribunal de primer grado a cinco y tres años.

Deducir que lo más probable es que la joven se haya inventado todo porque es demasiado masculina y sin atractivo, sería de pésimo gusto e imperdonable en una tertulia de bar, pero leerlo en una sentencia judicial causa estupor e indignación. Produce aún mayor efecto saber que la sentencia está firmada por tres juezas.

En las motivaciones, las magistradas escriben que al imputado principal «la joven ni siquiera le gustaba, hasta el punto de que al escribir su número de móvil lo hizo bajo el apodo de “Vikingo”, para aludir a una personalidad no femenina sino masculina». Y para ratificar la frase se añade: «Como la fotografía presente en el informe del proceso parece confirmar». Frase que obviamente crea más polémica y supone una forma ulterior de violencia para la víctima.

El fiscal general de Ancona, Sergio Sottani, se echa las manos a la cabeza por el disparate de la sentencia: «Considerar que la falta de atractivo sexual del presunto violador pueda representar un elemento de apoyo sobre la falta de su responsabilidad, debe ser evitado porque se añade más daño a la víctima». Por ello el fiscal general impugnó el veredicto del Tribunal de apelación de Ancona compuesto por tres magistradas, con reenvío al Tribunal Supremo. Ahora deberá repetirse el proceso en un Tribunal de apelación en Perugia.

«Noche sin frenos»

Los hechos se remontan a marzo 2015, cuando la joven de origen peruano acudió al hospital con su madre. Confesó que había sido violada pocos días antes por un coetáneo, mientras un amigo del joven lo cubría haciendo de vigilante. Los tres habían salido a tomar una cervezas después de las lecciones que recibían en una escuela nocturna. Según los dos imputados, la relación sexual había sido consentida por la joven peruana, cuya opinión fue diversa. Los médicos concluyeron que la víctima tenía lesiones en su cuerpo, compatibles con las violencias sexuales.

El proceso de primer grado se concluyó en el 2016, siendo condenado a cinco años de prisión el joven que tuvo relaciones con la peruana, y a tres años el amigo del violador. Estos presentaron recurso y fueron absueltos en el Tribunal de apelación por considerar que no es creíble la versión de la joven. Las motivaciones del veredicto han creado asombro. Las juezas definen a la joven como «la astuta peruana». Y llegan a una conclusión que ha creado una gran polémica: «En definitiva, no es posible excluir que haya sido justamente la joven a organizar la noche sin frenos, encontrando una excusa con la madre, bebiendo al mismo nivel que los demás para después iniciar a provocar a Melendez (al cual la joven ni siquiera le gustaba), induciéndolo a tener relaciones sexuales por una especie de desafío».

Retroceso de muchos años

A leer estas motivaciones de la sentencia, Cinzia Molinaro, abogada de la joven no daba crédito: «Nos quedamos desconcertados, sobre todo con la afirmaciones sobre los aspectos masculinos de la joven, para apoyar las declaraciones de los dos imputados».

La sentencia ha suscitado p olémica y muchas críticas de expertos hacia las tres juezas por utilizar un lenguaje inapropiado y peligroso con valoraciones éticas o incluso estéticas como si se tratara de un concurso de belleza en lugar de una corte penal. En definitiva, se trata de una sentencia, añaden los expertos, que hace retroceder muchos años la jurisprudencia. Diversas asociaciones feministas han expresado su «indignación» y en un comunicado conjunto califican la sentencia como «vergonzosa».

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