Las personas mayores plantan cara a la DGT: «Nos quieren encerrar en casa»

«Nos quieren encerrar en casa», asegura a ABC Mariche Marco Fernández, presidenta de la Asociación Provincial de Mayores y Pensionistas de Madrid (UDP). La entidad ha enviado recientemente una carta a la DGT, al Ministerio de Interior y al Defensor del Pueblo para que «reconsideren y retiren», recoge el comunicado, las nuevas medidas que desean poner en marcha.

Todo se remonta al año 2022 cuando el Ministerio de Interior presentó la Estrategia de Seguridad Vial 2030. En ella, el gobierno de España se compromete ante la Unión Europea a reducir la siniestralidad y «han decidido que la principal medida para ello es evitar el fallecimiento de las personas mayores en nuestras vías, tanto urbanas como interurbanas -recoge la carta-. Algo que en la opinión de sus redactores solo se consigue expulsando a las personas mayores de la carretera con, entre otras medidas, la reducción de los plazos para la renovación de los permisos de conducción o la modificación del protocolo de exploración médica-psicológica, introduciendo un informe psicotécnico más riguroso y específico para las personas mayores. Es decir, estableciendo unos requisitos para la renovación del carné de conducir diferentes en función de la edad, algo que es claramente discriminatorio y debe ser anticonstitucional«.

En España no existe límite de edad alguno para dejar de conducir pero a partir de los 65 años se aumenta la periodicidad con la que se debe renovar el permiso: los de coches, motos y motocicletas (AM, A1, A2, A, B) y licencias de conducción se renuevan cada 5 años y los permisos profesionales de autobuses y camiones (C, C1, D, D1, EC, EC1, ED, ED1…) cada tres.

La revisión y actualización de los plazos de renovación de los permisos de conducir, bajo normativa europea, está ocasionando numerosas críticas puesto que mientras que Europa ha dado el visto bueno para obtener el carné de conducir a los 17 años, a las personas mayores se le van a complicar las cosas.

En ocasiones anteriores, la subdirectora de Educación y Formación Vial de la Dirección General de Tráfico (DGT), María José Aparicio, ha avanzado que la entidad reducirá los periodos de vigencia del carné de conducir de las personas mayores «con el objetivo de protegerles y por la pérdida de aptitudes psicofísicas» de este sector de la población.

«Son medidas claramente discriminatorias», insiste Marco Fernández, que reseña que la DGT no interpreta bien las cifras de siniestralidad en nuestro país. La Estrategia persigue una cultura de la movilidad segura para llegar al año 2050 con ningún fallecido ni herido grave por un siniestro vial.

El aumento de la esperanza de vida ha hecho que las personas con 65 años o más pasen de representar en 2020 el 19,6% del total de la población a un 24% en 2030, según el INE. Así, son cada vez más numerosos los conductores de mayor edad: mientras que en 2009, los conductores de entre 65 y 69 años suponían el 59%, en 2019 eran el 69%. De hecho, en la franja de edad de entre los 70 y 74 años, la variación ha sido mayor: solo el 40% de los conductores se encontraban en esta banda de edad en 2009 pero en 2019 crecieron un 16%, hasta llegar al 56%.

Sin embargo, estos datos no evidencian que los conductores mayores de 65 años sean los principales causantes de accidentes. «Las estadísticas -continua la responsable de UDP- dicen que la mortalidad de las personas mayores es mayor: registramos una mayor tasa de mortalidad o de hospitalización que el resto de la población por nuestra edad. Pero los mayores somos los que tenemos un mayor riesgo como peatones y, por tanto, de hospitalización como acompañantes. Pero, como conductores, somos los que menos accidentes causamos».

Según el informe 'Las principales cifras de la Siniestralidad Vial España 2021', se registraron 1.533 personas fallecidas (1.022 conductores, 301 peatones y 210 pasajeros). El mayor número de fallecidos (234) fueron hombres de entre 45 y 54 años, seguidos por los varones de entre 35 y 44 años y 55 y 64, con 202 fallecidos cada uno. Les siguen los conductores de entre 25 y 34 años (164 muertos), 15-24 (160), 65-74 (104) y 75-84 (95). Además, recoge el informe, «en 2021 fallecieron 349 personas de más de 64 años lo que ha supuesto una reducción del 29% respecto a 2019, aun así, las personas de este grupo de edad representan porcentualmente el 23% de los fallecidos. Las personas de más de 64 años son el 20% de la población española y el 17% del censo de personas conductoras».

Por tanto, en opinión de Mariche Marco Fernández, «hay que mirar con detenimiento las estadísticas», pues «el número de mayores que causan accidentes es mucho menor en comparación con el resto de conductores. ¡Los seguros son más caros para los jóvenes porque registran el mayor número de siniestros!», recuerda. Además, las personas mayores en las vías urbanas fallecen fundamentalmente como peatones.

Por otra parte, la propuesta, tal y como recuerda UDP en la carta enviada «surge tras décadas reduciendo de forma importante el transporte público, desmantelando la red ferroviaria de cercanías, disminuyendo drásticamente los servicios sanitarios y sociales de atención primaria, destruyendo el comercio de proximidad, reemplazado por las grandes superficies a las que solo se accede en coche privado. Años, décadas planificando un uso del territorio en el que el coche privado es la única alternativa». De hecho, según Marco Fernández, «en las zonas rurales está proliferando el coche eléctrico sin carné, algo que resulta muy peligroso».

De momento, la asociación no ha recibido acuse de recibo alguno de la carta por parte de DGT, Ministerio de Interior ni del Defensor del Pueblo. «Y ni la esperamos», lamenta la responsable. «Proponemos que nos traten como a todo el mundo, sin discriminación. Los mayores al volante no tenemos más siniestralidad: somos mas cuidadosos y tenemos menos accidentes. Las nuevas medidas que quieren poner en marcha tendrán un impacto negativo en la vida y bienestar de las personas», concluye.