‘Tirar de los abuelos’, el salvavidas de muchas familias durante las vacaciones escolares

Son datos que confirman que los abuelos son un motor para muchos padres en estas fechas de vacaciones escolares, que no laborales. Para Mar Aguilera, directora de Fundación Alares, la relación que se establece en esas circunstancias entre los abuelos y sus nietos es importante porque hace que los primeros «se sientan útiles y puedan transmitir sus historias personales y anécdotas, dejando de lado la sensación de soledad y mejorando su rendimiento cognitivo».

El hecho de ayudar a las personas que quieres, reflexiona esta experta, «es fantástico. Y no hay duda de que el tener cosas que hacer, permanecer activo... Hace de alguna manera que nuestro deterioro cognitivo, físico se ralentice, vaya más lento . Incluso mejora el sueño. Y esto es algo a tener en cuenta porque nos pasa también a las personas en activo». Por tanto a nivel emocional, a nivel físico, interviene de forma positiva. Las ventajas para los niños también son muy destacables . «Tener la oportunidad de que tu abuelo te acerque a otra generación con una visión de las cosas distintas… No tiene precio. En esos ratos compartidos se produce un intercambio generacional , de riqueza, donde los niños reciben la sabiduría que les aportan los abuelos», indica Aguilera.

Pero cuidado. La directora de Fundación Alares también alerta de que es necesario que no exista una sobrecarga de tareas. «Cuando pasamos del cuidado voluntario puntual a la obligación permanente, la sobrecarga no es nada positiva y puede agravar sus problemas de salud o dar lugar a otros nuevos», indica. «Los adultos tenemos que ser conscientes de que esta tarea no se puede convertir en un segundo trabajo para los nuestros abuelos, porque ahí es cuando empezamos a coartar la libertad de la persona mayor, que ya no me puede ir por ejemplo a los viajes del Inmerso en fechas donde hay colegio, que son más asequibles fuera de las vacaciones escolares».

Al mismo tiempo, advierte Aguilera: «estamos sobrecargando físicamente y a veces en función de la edad o la salud del abuelo su estado físico puede verse deteriorado». Esto es lo que pasa, concluye, «cuando no tenemos en cuenta las condiciones físicas de nuestros referentes. Si no hacemos bien ese cruce podemos intervenir de una manera negativa». « Debería no ser una obligación y no algo voluntario. la realidad no es esa porque son agentes de cambio en la conciliación », concluye.