«No vamos a poder comprar los regalos de Reyes a los niños ni pagar las facturas»
KidsCo, empresa que gestiona varias escuelas infantiles en toda España, debe casi la totalidad de las nóminas a sus trabajadoras. Las familias apoyan a las educadoras y exigen una solución
Una experta en Educación Infantil advierte de los 7 cambios en los niños que más asustan a los padres
MADRID
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Iniciar sesión«Hay compañeras que están de baja porque no pueden más. Otras que no tienen para dar de comer a sus hijos o casos en los que se les va a echar del piso de alquiler porque no pueden pagarlo. La situación es grave y ... no sabemos cómo ni cuándo acabará». Así de clara se muestra Irene Rodera, educadora de la escuela infantil Fábulas y Leyendas, situada en la localidad madrileña de Móstoles, después de que su empresa, KidsCo SL, les haya dejado de pagar las nóminas desde este mes de septiembre, nada más empezar el curso.
Esta compañía gestiona numerosas escuela infantiles en toda España. En concreto, se encarga de los centros de educación infantil con los que tiene acuerdo el Ministerio de Defensa para sus trabajadores, además de otras públicas, pero de gestión privada, situadas en la Comunidad de Madrid. «Llevan entre 45-49 escuelas», señala Rodera, que es también miembro del comité de empresa.
La situación es muy delicada para estas profesionales, que también tienen sus propias familias. «Las que trabajamos en las escuelas de la Comunidad de Madrid no hemos cobrado la nómina completa de septiembre, tan sólo nos han pagado 200 euros. Sin embargo, las compañeras que trabajan en las escuelas acordadas con el Ministerio de Defensa llevan desde mayo con retrasos en sus nóminas», lamenta Rodera, quien recuerda que los problemas comenzaron hace dos años.
Según explicó KidsCo en un comunicado interno remitido a la plantilla, al que ha tenido acceso ABC, el pasado mes de septiembre, «desde la pandemia, estamos viviendo situaciones complicadas a nivel económico que, añadiendo a los retrasos cada vez más grandes y continuados de las administraciones públicas, nos han hecho imposible pagar las nóminas en plazo en varias ocasiones». «Sin embargo, están al día de los pagos», subraya Rodera.
De hecho, el Ayuntamiento de Leganés, donde KidsCo gestiona tres escuelas, ha emitido un comunicado en el que asegura haber cumplido «con todas sus obligaciones económicas con la empresa». Según ha explicado la edil de Educación, Mercedes Neria, «nos pusimos en contacto con ella en cuanto conocimos el problema y nos dijeron que estaban pasando por una situación económica delicada, pero que en principio lo solucionarían a corto plazo. Pero no ha sido así». La Comunidad de Madrid ha confirmado también a este diario que «está al día en todos los pagos».
Nadie sabe a dónde han desviado el dinero de las administraciones públicas. Aún así, la empresa asegura «estar trabajando» para solucionar el problema pero les ha comunicado ya a las trabajadoras que «se volverán a repetir retrasos en las nóminas de noviembre y diciembre con seguridad y en febrero de 2024 probablemente».
«Estamos sin cobrar y tenemos que seguir trabajando. Pero los bancos nos pasan las facturas», señala Rodera. Además, recuerda que las educadoras de las escuelas infantiles cobran salarios de mileuristas: «Hablamos de 1.180 euros y 1.300 como mucho, contando con la antigüedad. Llegas justo a fin de mes. Si solo nos van a estar ingresando unos 200 euros mensuales, no vamos a poder comprar los regalos de Reyes a los hijos ni pagar las facturas. ¿Cómo vamos a afrontar los alquileres, la hipoteca... ? ¡Que te echen de tu piso es lo peor que te puede pasar!». Según Rodera, KidsCo da empleo a una 700 personas, cada una de ellas con su familia.
Padres y madres, implicados
Los progenitores de los menores que asisten a estas escuelas muestran públicamente su apoyo a las afectadas. Incluso cuelgan pancartas en sus coches y hacen sonar el claxon sin parar frente a la escuela de Móstoles para defender a quienes cuidan de sus pequeños.
«Nos aseguran que a los niños no les va a faltar de nada pero estamos preocupados», reconoce Roberto, padre de una menor de un año de edad que acude a la escuela infantil Fábulas y Leyendas, donde hay 37 profesionales. «No nos cabe en la cabeza que una persona esté trabajando sin cobrar. Las educadoras lo están pasando muy mal, tienen sus propias familias y, como a cualquier persona, esta situación les afecta: están preocupadas y agobiadas y eso repercute en tu desempeño siempre. ¡Es imposible centrarse ante una situación así!», recuerda indignado este progenitor, que reconoce cómo además, la dirección de la escuela les pide «tranquilidad».
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«No tememos por el cierre de la escuela pero... ¿Dónde está el dinero que han pagado las administraciones públicas?», se pregunta Roberto, sin obtener tampoco respuesta.
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SuscribetePeriodista. En ABC desde 2012. Responsable de la sección Viajar. Antes, formé parte de las secciones de Familia, Actualidad, Tecnología y Redes Sociales.
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