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¿Por qué dos psicólogas españolas deciden emprender en educación y abrir un colegio británico en Madrid?

María y Paola Recio Zapata, fundadoras de Dallington School, nos cuentan las ventajas del nuevo sistema británico de enseñanza y las claves del éxito de su colegio

Dallington School se ha convertido en muy poco tiempo en uno de los colegios británicos referentes en Madrid. Cuentan con dos sedes en un entorno privilegiado, el Parque Conde de Orgaz. Dallington School se caracteriza por su ambiente familiar y cercano, por un ambicioso proyecto educativo, por sus principios y por un equipo comprometido, que le han ido diferenciando de tantos colegios que recientemente han sido adquiridos por los grandes grupos de inversión en Madrid; y les ha llevado a pasar de 60 alumnos con los que empezaron en 2015 a más de 500 en la actualidad.

Pero, ¿por qué dos psicólogas españolas decidieron lanzarse a abrir un colegio británico, con la enorme competencia que ya existía en Madrid? María y Paola son hermanas, profesoras y psicólogas. Tanto su experiencia personal como alumnas en colegios españoles e internacionales, como su experiencia profesional como psicólogas y profesoras, les ayudaron a tener claro que, si cumplían su sueño de emprender en educación, su colegio tenía que ser británico, y tenía que sería diferente. Paola se enamoró del sistema trabajando como docente en Reino Unido mientras que María veía, como psicóloga clínica, demasiados niños con un enorme potencial, pero «machacados» o aburridos en un sistema educativo rígido, desfasado y poco adaptado a las necesidades de los alumnos.

Dallington nace con el cambio de ley de educación británica del 2014. Sus fundadoras expresan que «lo más importante de esta nueva ley es lo respetuosa que es con el momento evolutivo de cada alumno. De la misma manera que no todos los niños están preparados para andar con 15 meses, o a hablar con 12 meses, no todos los niños están preparados para leer con 4 años o para hacer fracciones con 7; esto lo advierte, desde hace décadas, la neurociencia, y por eso debemos enseñar con coherencia, siendo rigurosos y no interfiriendo no solo en su óptimo desarrollo evolutivo, sino también en su autoestima». Esta capacidad de adaptación en ningún caso interfiere en la cultura del esfuerzo y en los resultados académicos, sino todo lo contrario; el porcentaje y los resultados de los alumnos de colegios británicos en el acceso a las mejores universidades hablan por sí mismos.

Curriculum creativo británico

En Dallington School siguen el curriculum creativo británico, a través del cual cuentan con un programa amplio y riguroso, pero a la vez flexible, de manera que los profesores pueden ser creativos, entendiendo esta creatividad como la capacidad de aplicar una metodología muy variada, y adaptada a sus alumnos, a sus maneras preferentes de aprender y a sus intereses.

El reto para los colegios británicos es cuando llegan sus alumnos a Secundaria, especialmente en Year 10 y Year 11 (3ºy 4ºESO), cuando los alumnos se examinan de los IGSCE (los exámenes oficiales que todos los alumnos que están en colegios británicos tienen que hacer para pasar a Bachillerato, y que en el sistema español se convalida con el graduado escolar). Sigue habiendo en Reino Unido un gran debate en torno a estos exámenes, puesto que pueden llegar a generar mucha presión, en alumnos y profesores, y tienen el riesgo de ser años enfocados exclusivamente a la preparación de estos exámenes. Pero, por otro lado, son exámenes que les preparan de manera impecable para los últimos cursos de Bachillerato y para la universidad.

El equipo de Secundaria de Dallington tiene muy claro cómo conseguir el equilibrio entre seguir siendo fieles a su estilo educativo y conseguir los mejores resultados académicos en los exámenes oficiales de Secundaria. Dallington School, como centro oficial de examinación acreditado por la Universidad de Cambridge, afronta ahora el reto de preparar a sus alumnos más mayores, nacidos en 2008, a los exigentes exámenes de IGCSEs . «Esto es posible, en primer lugar, porque nuestros alumnos llegan a secundaria con una seguridad y una autoestima construidas durante toda su vida escolar previa; en segundo lugar, porque contamos con una estructura de IGSCE muy clara y estructurada, pero a la vez flexible, que se pueda adaptar a cada uno de nuestros alumnos», aclara María.

«Parece que entrar en los últimos años de escolaridad significa abandonar un sistema maravilloso para adentrarse en un esquema rígido y poco creativo que únicamente enseña técnicas para este tipo de exámenes… Queremos, por supuesto, y obtendremos unos excelentes resultados; pero eso no está reñido con seguir siendo fieles a nuestra esencia y a nuestro compromiso de ofrecer una educación completa que verdaderamente prepare a nuestros alumnos para el futuro», asegura Paola.

El presente del futuro

¿Cómo se prepara al alumnado de Dallington School para el futuro? En primer lugar, aprendiendo a nivel nativo varias lenguas, a nivel escrito y a nivel oral. En Dallington aprenden inglés, español y francés. «Saber comunicarse de manera competente es una obsesión en Dallington. Debemos enseñar a nuestros alumnos a saber comunicarse con corrección. Cuando vienen a visitarnos las familias, se sorprenden de la soltura y confianza de sus hijos cuando hablan en público. Eso es algo que desgraciadamente en el sistema español se tiende a ignorar», señala Paola, que sigue explicando como «además, nuestros alumnos tienen que ser cultos y creativos. Para ser cultos, tienen que aprender contenidos y tienen que desarrollar competencias, como analizar, memorizar, relacionar contenidos, y con todo ello, poder ser críticos con la información, competencia fundamental, porque nunca han tenido tanta información los niños, y nunca han sido tan sensibles a ser manipulados. Para ser creativos debemos enseñarles las herramientas, en cada una de las asignaturas, para saber encontrar soluciones a los problemas, para no tener miedo a probar y a equivocarse».

«Y por supuesto, el colegio tiene que ser un lugar en el que se les enseñe a relacionarse bien, porque solo las personas que se relacionan bien pueden tener una vida plena. Ayudar a nuestros niños a ser personas buenas, respetuosas y empáticas, porque solo así podemos ser felices, es la labor más importante que tenemos», concluye María.

Los alumnos más mayores de Dallington enfrentan ahora sus últimos años antes de ir a la Universidad. Son cursos en los que el equipo directivo y docente de secundaria tiene muy claro cómo enfrentar el reto de seguir asegurando un nivel académico excelente y seguir siendo fieles a sus valores.

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