Estas son las principales preocupaciones legales de los padres hasta la mayoría de edad de sus hijos

Sin embargo, prosigue Mañas, «la responsabilidad y los derechos de los progenitores mientras sus descendientes son niños y adolescentes es, a menudo, ignorada. Es lo que nosotros llamamos 'indefensión por desconocimiento', cuando el hecho es que cuanto más asesorados y mayor información, menos disgustos por este tipo de asuntos».

La casuística es, además, muy diferente según el momento vital del menor. Según datos extraídos del reciente informe 'Necesidades legales de los españoles', realizado por onLygal, que identifica los momentos y situaciones de conflicto a lo largo de la vida que necesitan asesoría legal, podríamos hablar de tres etapas con exigencias muy distintas: nacimiento, niñez y adolescencia.

De hecho, la fuente de preocupación de los padres comienza desde el minuto uno de la llegada del bebé. La inseguridad empieza, apunta esta experta, «a la hora de realizar los primeros trámites burocráticos: dar de alta en el Registro Civil, alta del bebé en la Seguridad Social, inscripción del recién llegado en el libro de Familia, solicitud de prestación por hijo a cargo o ayudas a la crianza, etc.» y se acentúa cuando hay problemas en el parto o negligencias médicas (60 por cien).

Un poco más adelante, las reclamaciones de consumo en actividades relacionadas, por ejemplo, con la contratación de actividades extraescolares, el ocio o el dentista (50 por cien) concentran las consultas legales. Las familias desconocen, apunta Mañas, que «cualquier servicio o actividad con niños que una familia pueda contratar, como unas colonias, está regulada y existen mecanismos detrás para que se cumpla la normativa por lo que, ante un incumplimiento, es posible actuar de forma legal».

En este momento vital son habituales también las gestiones o reclamaciones relacionadas con el centro escolar (32 por cien). «Son muchos los padres que cuando hay un problema, por ejemplo, con un niño con necesidades educativas especiales, se preguntan temerosos si tienen algún derecho en el caso de solicitar un apoyo a ese centro escolar y también, qué pueden obtener de la administración», recuerda la responsable del Centro de Asistencia Jurídica de onLygal.

Ya en la adolescencia (de 13 a 17 años), el 'bullying', el ciberacoso y las estafas (69 por cien) se llevan la palma como las principales preocupaciones de los progenitores. «Cuando hablamos de acoso, por ejemplo, nos encontramos con muchas familias que piensan que acudir al centro escolar va a ser peor y va a hacer que la situación empeore o a que el resto de niños tomen acciones contra el menor. Por fortuna, todo esto está cambiando con los planes de convivencia y la cultura contra el acoso está cada vez más arraigada en la sociedad», reconoce esta experta.

Le siguen de cerca las reclamaciones de consumo (58 por cien); los conflictos con terceros como peleas, abusos… (56 por cien) y las derivadas de la movilidad, como multas o accidentes, con un 55 por cien. «Cuando se trata de evaluar las conductas de los adolescentes, demasiado a menudo los padres tienden a relativizar la situación. Para ellos, algunas conductas realizadas por sus hijos menores de edad son 'chiquilladas' o actos sin importancia, sin tener en cuenta que pueden tener y, de hecho, tienen consecuencias legales. Nos referimos a conducir bajo los efectos del alcohol una motocicleta, dañar mobiliario urbano o circular con un patinete eléctrico incumpliendo la normativa vigente. Son casos que llegan a nuestras oficinas y que los padres relativizan pensando que no es más que una rebeldía por parte de sus hijos, para descubrir después que esas conductas llevan aparejadas multas económicas que, al carecer sus hijos de ingresos, deben asumir los progenitores», explica esta profesional.

La llegada de la mayoría de edad, por último, va ligada a nuevas oportunidades, pero también nuevos retos, relacionados sobre todo con accidentes de tráfico, el primer alquiler de un piso o habitación o las salidas al extranjero.