Las muñecas sí influyen en la forma de pensar de las niñas

A Valeria una muñeca le cambió la vida. Ahora comparte, junto a su mentora, Patricia Heredia, un canal STEM de éxito

Valeria, a la izquierda, junto a su mentora, Patricia Heredia ABC

Este año la campaña de Navidad se ha visto modificada con la entrada en vigor del código deontológico firmado por el Ministerio de Consumo con la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) y Autocontrol, gracias al cual ya no se pueden ver en ... televisión anuncios de nueva producción de muñecas en brazos solo de niñas o a estas jugando a las 'cocinitas'.

Pero, ¿es tan grave que las niñas jueguen con muñecas? Tal vez el problema se encuentre en las funciones que se 'adjudican' a dichas muñecas y no al juguete en sí. Al menos, esto es lo que se extrae de la historia de Valeria Corrales, una niña de Huesca a la que su padre le trajo de EEUU un día una muñeca como regalo cuando tenía solamente 7 años que le cambió la vida.

«Como nuestra ciudad es tan pequeñita, pensé, a ver si esto le gusta. Me llamó la atención y se la traje de un viaje de trabajo. Yo no tengo 'background' tecnológico, pero el caso es que el regalo, aunque ella era muy pequeña, le gustó mucho. Creo que prendió en ella la chispa de la curiosidad, porque empezó a buscar cosas relacionadas, a ver tutoriales de 'YouTube…», explica Gonzalo, el padre de esta adolescente, hoy de 14 años.

Se trataba de Goldie Blox, una muñeca con la que Valeria entró en el mundo de la programación y la robótica. Goldie Blox no salió de un fabricante de juguetes, sino de la mente de una estudiante de Stanford, Debbie Sterling, quien se dio cuenta de que la realidad es que muchas niñas prefieren jugar con muñecas, pero que desde los 8 años pierden interés en las mates o las ciencias y prefieren leer o escribir. Así que decidió unir las dos habilidades y combinarlas, creando la historia de una niña inventora a la que le encantaba construir proyectos digitales y de ingeniería.

Pues bien, a Valeria esa muñeca le cambió la vida y desde Huesca, un lugar alejado teóricamente de cualquier centro de robótica y, menos aún, especializado en formación para los más jóvenes, empezó a interesarse por la programación, aprendiendo a programar por bloques en plataformas como Scratch, Code.Org o Tynker y mejorando sus conocimientos matemáticos con Smartick. Solo 15 minutos al día pero cómo se adaptaba a lo que tenía que aprender… me ayudó muchísimo. También podías programar por bloques. Estaba bastante guay», reconoce Valería.

«Yo no había visto nada de robótica antes de que me regalaran la muñeca -asegura esta joven-. Mis padres no pertenecen al sector tecnológico pero después de aquello empecé a ver tutoriales de YouTube para aprender a programar, y también descubrí páginas en internet con tutoriales para niños. Aquel primer regalo venía solo con algunos recursos y en cada cumple me pedía ampliar con diferentes kits y piezas para seguir jugando. Me gustó muchísimo. Me pasaba el día entero haciendo construcciones».

Su mentora

Conoció en un taller a Patricia Heredia, ingeniera de Telecomunicaciones que había trabajado durante más de una década en la empresa privada, haciendo software para trenes. «Tenía plaquitas en casa y descubrí que cuando estaba probando en mis ratos de ocio que eran materiales preparados para niños. Hice un taller de fin de semana y allí conocí a Valeria. Me llamó mucho la atención que, de los 8 niños que asistieron, solo Valeria era niña».

Aquel encuentro le sirvió a Heredia para darse cuenta de que había mercado, y abrió una academia de extraescolares de robótica en Huesca. «Era el tipo de sitio al que me hubiera gustaro a mí acudir de pequeña. No eran clases como tal, pero Valería aprendía nuevas cosas… y empezamos a dar charlas juntas. A hacer una labor de 'culturizar' a la gente sobre el material y las plataformas existentes en el mercado para que los niños utilicen este tipo de materiales y aprendan este tipo de disciplina. Íbamos surgiendo videos, nos convertimos un poco en compañeras».

 

Así fue como esta mujer se convirtió en su profesora y mentora. Juntas crearon un canal de YouTube en 2018 llamado ValPat STEAM, con el objetivo de motivar e inspirar a niños, y sobre todo a niñas, para que puedan entrar en el mundo de la tecnología. En su canal suben vídeos y proyectos relacionados con la programación, la electrónica, la robótica y las matemáticas.

El canal de ValPat tuvo una gran repercusión en los meses de pandemia, ya que durante el confinamiento decidieron entretener y enseñar, a través de directos, a niños de España y de América Latina. Realizaron 100 sesiones seguidas, sin faltar ni un solo día, conectando cada día con cientos de niños que querían aprender y divertirse con ellas.

«Aquello fue un boom, pensamos qué hacer para ayudar a los niños confinados en las grandes ciudades a aprovechar estos días que estaban en casa». «Decidimos que podíamos hacer 'directos' que nunca habíamos hecho, en nuestro canal de Youtube. Los tres primeros los hicimos juntas porque no nos habían confinado, los siguientes los hicimos cada una desde casa. Al principio no sabíamos y mezclamos pantallas. Luego fuimos mejorando».

«Gracias a Valeria muchos niños se enganchan y me anima a acercar cosas que no haría, y al revés»

La diferencia de edad entre ambas es súper constructiva. «Gracias a Valeriamuchos niños se enganchan y me anima a acercar cosas que no haría, y al revés. Ella al principio de la pandemia quería jugar online a Minecraft. Pero yo pensé: Si los niños solo se conectan para eso, no les van a dejan jugar con nosotras. Tiene que ser juego pero constructivo, que aprendan algo. El tándem está genial», asegura esta docente. «Nos enseñamos las dos, aunque sea mayor seguimos aprendiendo juntas», corrobora esta menor.

 

Además, Valeria ha recibido diferentes premios a lo largo de estos años. En 2019 Valeria fue la Niña Inspiradora del Año por la Fundación Inspiring Girls. En 2020 fue nombrada Mejor Estudiante de ESO de STEM, en los Stem Talent Girl Awards de la Fundación ASTI. Y en 2021 el reconocimiento vino a través de la invitación y participación en el programa de televisión Got Talent, con un número que cubría proyectos de diferentes categorías tecnológicas.

 

El pasado mes de diciembre de 2021 también participó en la mesa redonda «The Winning Match», una jornada en la que visionarios, líderes y agentes del cambio se reunieron para discutir sobre la incorporación de juegos como herramientas educativas dentro y fuera de las aulas, en el pabellón español de la Exposición Universal de Dubái; y la semana pasada recibió el AI-Youth Talent Award 2022.

«Estoy muy agradecida por los diferentes galardones recibidos y dar charlas nos permite muchísima visibilidad. Mi objetivo es que con el canal vean que la tecnología es divertida, porque muchas niñas no lo prueban porque piensan que va a ser aburrida o complicada, difícil… Nuestro canal enseña y hace divertido todo. El STEM puede enganchar», afirma esta joven. Fuera del mundo tecnológico, Valeria lleva una vida normal, entrena a tenis tres días a la semana y juega al fútbol en la Sociedad Deportiva Huesca.

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