La fiesta de la Resurrección: Celebrar una promesa que portamos

La música es una de las manifestaciones lúdicas del ser humano más universales y es una de las mejores maneras de expresar alegría y celebración. Aunque como buenos hijos de la Iglesia la Asociación Católica de Propagandistas, organizadora de este evento, está curada de éxito, han dispuesto una serie de pantallas y columnas de sonido en las calles adyacentes a Cibeles para que nadie se quede sin disfrutar del concierto, ya que se espera una mayor afluencia de público que la edición pasada.

La Fiesta de la Resurrección tiene visos de convertirse en tradición y muchos de los que estuvieron el año pasado, están esperando esta nueva cita. Nuestro país tiene una riqueza extraordinaria en expresiones culturales referidas a la pasión, muerte y resurrección del Señor.

En todas estas manifestaciones, muestra todas ellas de riqueza existencial, se revela algo que expresó San Juan Pablo II: a la pregunta de qué es la Iglesia, no dudaba en responder que era «la compañía de los contemporáneos de Cristo». Es decir, que este sábado (y todos estos días pasados de la Semana Santa así ha sucedido) no haremos simplemente memoria o representación de un hecho histórico. Nos juntaremos para celebrar el origen de una alegría, de una promesa que portamos. Pero siendo sinceros, parece que para comunicar y comprender esta alegría no basta con repetir palabras recibidas. Hay que descubrir, experimentar y hacer experimentar al hombre del siglo XXI este acontecimiento.

Este sábado es una buena ocasión para invitar a esta alegría, y quién sabe si no será el primer paso para muchos para descubrir que es razonable la fe en Jesucristo.